Santiago. El obispo auxiliar de la Arquidiócesis local resaltó anoche la importancia que tiene para los cristianos practicar una oración constante y permanente, ya que además de afianzar la fe, contribuye enormemente a llevar orden y tranquilidad a las almas.
“La oración ayuda a poner orden en las almas atribuladas y cuando no ponemos orden interno, entonces se refleja en el desorden que actualmente estamos viviendo en nuestras sociedades”, subrayó monseñor Carlos Tomás Morel Diplán al pronunciar la homilía en la misa nocturnal de la Catedral Santiago Apóstol, el Mayor, de aquí.
Precisó que la fe debe ser vivida como una experiencia personal y dijo que muchas veces los cristianos se acomodan demasiado y se descuidan de profundizar en la práctica constante y permanente de la oración.
“Si seguimos así, entonces viviremos una fe muy superficial o frágil que con cualquier ventarrón que ocurra en nuestras vidas se rompe”, puntualizó monseñor Morel Diplán.
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Indicó que es por esa situación que muchos cristianos se cambian, al igual que muchos políticos que cambian de partidos, porque no tienen suficientemente claros sus objetivos y metas.
Manifestó que los cristianos tienen que hacer un equilibrio entre la Fe y el Amor pero siempre guiados por una oración seria y buscando siempre amar al prójimo, tal como lo pide Jesucristo.
Morel Diplán insistió en que los cristianos tienen que hacer un hábito de la oración, como los orientales con sus meditaciones, donde se cumple con disciplina férrea.
Este año el Papa Francisco lo dedicó para que la Iglesia Católica promueva intensamente la oración como vía para consolidar su presencia real en las actividades diarias de las comunidades.
