Intentar quitarse la vida va más allá de haber pretendido hacerlo y, lamentablemente, el problema no termina con que no se haya logrado el objetivo.
Sobrevivir a este tipo de situaciones deja consecuencias emocionales que deben comprender las personas que rodean al que intentó autolesionarse, porque es la clave para ayudarlo a recuperarse.
La psicóloga clínica Lucy Peña aporta al respecto que “la mayoría de los intentos de suicidio no son fatales, pero eso no significa que sobrevivir a un intento de suicidio resolverá inmediatamente los problemas que primero llevaron a la persona a atentar contra su propia vida”.
Explica que comprender las posibles consecuencias emocionales de un intento, y ser consciente de que cualquiera que haya intentado una vez aún puede estar en riesgo, es necesario para ayudar a los sobrevivientes a recuperarse mentalmente y protegerlos de daños futuros.
¿Qué siente una persona que ha atentado contra su vida? La profesional del Grupo Profesional Psicológicamente, dice que las emociones que siguen a un intento de suicidio pueden variar ampliamente: desde alivio y esperanza hasta tristeza, ira o arrepentimiento.
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“Algunos sobrevivientes informan que sintieron dudas inmediatamente después del intento, seguidos de una intensa sensación de alivio cuando se dieron cuenta de que habían sobrevivido. Otros sienten que se les ha dado una nueva oportunidad y pueden regresar a sus vidas con un mayor sentido de propósito y gratitud; otros informan sentir como si se les hubiera quitado una carga, especialmente si habían mantenido en secreto sus problemas de salud mental o sus pensamientos suicidas ante sus seres queridos, o como si hubieran sido “sacados” de su desesperación”, explicó.
Agrega que lamentablemente esos sentimientos no son universales. Algunos de los que sobreviven afirman sentirse decepcionados, avergonzados, vacíos o incluso más deprimidos que antes.
Aunque algunas pruebas sugieren que esos sentimientos negativos se disiparán en la mayoría de los supervivientes, se les debe prestar atención si están presentes, ya que pueden indicar que el individuo todavía está en riesgo de tener pensamientos suicidas o comportamientos suicidas futuros.
“Si bien cualquier persona que haya intentado suicidarse debe buscar atención de salud mental inmediatamente después, es especialmente imperativo para aquellos que continúan sintiéndose predominantemente negativos o que están pensando en un intento futuro”, completó.
A la pregunta de si continúan en riesgo las personas que han intentado quitarse la vida, Peña concluye que si bien muchos viven vidas felices y plenas, los intentos de suicidio anteriores son factores de riesgo conocidos para futuros intentos.
“Por lo tanto, es importante para cualquier persona que haya intentado suicidarse en el pasado, que sus seres queridos presten atención a su bienestar mental y busquen ayuda inmediata cuando resurjan pensamientos suicidas”.
