El caso de Los Haitises resulta muy extraño. Tuvieron que reportarse varios incendios en la zona para que el Servicio Nacional de Protección Ambiental (Senpa) se percatara de la supuesta depredación del área efectuada por inmigrantes haitianos y unos pocos dominicanos.
La detención de 431 haitianos y ocho dominicanos en Los Haitises por la depredación cuestiona la protección por la que debe velar el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Esos haitianos, que fueron entregados a la Dirección de Migración, tenían necesariamente que residir en la zona, no en lugares clandestinos, sino a la vista de todos.
Puedes leer: Estudiantes EE. UU.: Crece protesta
El director del Senpa, capitán de navío René Rodríguez Álvarez, detalló que durante los operativos se ocuparon 16 animales e intervinieron 49 conucos, se confiscaron dos motores fuera de borda y dos embarcaciones con que se realizaban pesca ilegal en la bahía de Samaná.
Brooklyn Tech Support
Lo extraño es que hasta que no se denunciaron los incendios las autoridades parecían no darse cuenta de las depredaciones que atribuyen a haitianos y dominicanos.
Algo similar ocurre con las dunas de Baní y su entorno en que las autoridades de Medio Ambiente intervienen, o dicen que lo hacen, después que se denuncian desmontes o extracción de materiales. Es obvio que, por lo visto, la vigilancia o intervención en las áreas protegidas es muy sui géneris.
