“No vine a reemplazar a nadie, vine a hacer mi trabajo y esto es fruto de todo eso”
Matías Mansilla y la gloria, una postal de la jornada / Guillermo Juárez
Matías Mansilla fue el gran héroe ayer en su Santiago del Estero natal, donde terminó dando la vuelta con Estudiantes, y nada menos que ante la atenta y orgullosa mirada de toda su familia.
El nacido en Los Juríes, un pequeño pueblito ubicado a 280 kilómetro de la capital provincial, se quedó con tres penales en la histórica definición, logrando así revertir también su historia a nivel personal en el club.
De los cuestionamientos de semanas atrás pasó al reconocimiento del hincha, apoyado en el trabajo y sobre todo en la confianza que le han brindado tanto el cuerpo técnico como sus compañeros, para este presente que lo tiene como campeón y figura.
Frente a esto, el arquero del Pincha expresó su inmensa alegría por una coronación que se quedará para siempre grabada en su memoria.
“La verdad que muy feliz. Se me vienen muchas cosas a la cabeza. Lo primero que se viene es mi familia, que está ahí”, comenzó la figura del campeón. “Se dio todo. Yo soy de acá de Santiago. Vinimos a jugar a la final acá. Nunca lo hubiese soñado así. Vivir esto es hermoso”, completó en ese sentido.
En cuanto a los méritos del Pincha y los argumentos que llevaron al equipo a bordar la 13ra estrella de su historia, el ex Central Córdoba remarcó: “Porque fuimos a jugar de igual a igual a todas las canchas. Porque les ganamos a los mejores, creo. Y porque tenemos una humildad terrible, un grupo bárbaro. Y por la gente que acompaña, que es una locura. Por el grupo que tenemos. Por el grupo de trabajo que hay en el club. Por toda la gente del club. Esto es de todos”, agregó.
Sus inicios en el Pincha no fueron nada fáciles, pero siempre tuvo en claro su tarea. “Sabía que por el hecho de ir desde Central Córdoba, la gente me iba a cuestionar un poco. Pero yo lo tomé como un desafío. Yo vine a trabajar, no vine a reemplazar a nadie”, aclaró al respecto. “Yo vine a hacer mi trabajo. Cuando las cosas no me salían como quería, era cuando tenía que estar más fuerte, cuando tenía que trabajar el doble. Y hoy esto es el fruto de todo eso”, sentenció.
“Fuimos a jugar de igual a igual a todas las canchas y les ganamos a los mejores”
Al igual que ante Boca, resultó fundamental en unos penales que traían, en la previa, mayor complejidad que en la tanda ante el Xeneize.
“Si bien habíamos estudiado, había chicos que no tenían penales. Y es difícil el análisis así. Lo que sí, miré para el banco en todo momento, porque, más allá del machete, miraba a mis compañeros: a Juampi Zozaya, a Fabri Iacovich y a Lea Cortizo, el entrenador de arqueros. Ellos me indicaban”, reconoció al respecto. “En el momento, capaz que algunos decidía y cambiaba, porque no tenía mucha información. La verdad que estoy muy feliz”, remarcó.
En cuanto al último penal atajado, el que luego le dio la chance a Fernando Zuqui de definir el trámite, explicó: “No tenía penales. Lo vi muy tranquilo en la carrera (en referencia a Álvaro Montoro). Cuando estaba llegando a la pelota, lo vi como que no estaba muy pisado como para cruzar fuerte. Y decidí ir abierto. Gracias a Dios lo pateó ahí”, concluyó.
