El Día del Trabajo se conmemoró ayer con una concentración ante el Ministerio de Trabajo contra la falta de empleos, bajos salarios y deterioro de la calidad de vida, pero también con la firma de un pacto entre el presidente Luis Abinader y las centrales sindicales para promover mejoras en la política salarial.
Centrales sindicales, sindicatos, Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y más de una decena de organizaciones populares se congregaron ante la cartera laboral para reclamar derecho a la sindicalización, aumento salarial, reforma al sistema de seguridad social, entre otras reivindicaciones.
Dirigentes de la Confederación Sindical Clasista (CASC), Nacional de Trabajadores (CNTD) y de Unidad Sindical (CNUS), arribaron a un acuerdo con el presidente Abinader para establecer la revisión periódica y programada de los salarios mínimos del sector privado, a fin de garantizar su mejora.
Reclamos enarbolados por los manifestantes frente al edificio del Ministerio de Trabajo fueron también mencionados en discursos pronunciados por firmantes del pacto con el Gobierno, como fueron lo relacionados con falta de empleos, bajos salarios, deterioro de la calidad de vida y reforma del sistema de seguridad social.
Se creía superada la etapa cuando sectores divergentes dentro del movimiento sindical realizaban manifestaciones por separado, aunque no está claro si quienes firmaron el pacto con el mandatario en al Aula Magna de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), se oponían a la manifestación obrera patrocinada ayer por 14 organizaciones sindicales y populares.
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Tampoco se sabe si los dirigentes de la CNTD, Jacobo Ramos, de la CNUS, Rafael Abreu, y de la CASC, Gabriel del Río, obtuvieron anuencia de sus respectivas asambleas sindicales para firmar un acuerdo con un gobierno ante el cual los tres se comprometieron a promover la reelección del presidente Abinader.
Se resalta que el liderazgo de las principales centrales sindicales se adhirió en su momento a los proyectos reeleccionistas de los presidentes Leonel Fernández, Danilo Medina y en el del actual mandatario, sin que la clase obrera haya mudado paso en la consecución de viejos anhelos como la libertad sindical.
El Día del Trabajo sorprende a la clase obrera dominicana con una dirigencia disgregada y politizada, que conmemora tan trascendente efeméride con un desagradable paro de docencia, una débil e innominada manifestación reivindicativa y un estrambótico acuerdo de guayaberas blancas que en principio beneficia a firmantes más que a los trabajadores.
