Explotación sexual infantil: ¿qué puede y debe hacer la tecnología? / Análisis del Editor Multimedia

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El asqueroso crimen del turismo con fines de abuso de menores en Colombia ha dejado ver su rostro: es una espantosa realidad no solo en Medellín y Cartagena, dos ciudades que han lidiado por años con un delito del que solo ahora las autoridades han comenzado, al parecer, con disciplina, a tratar de desvelar.

Y se han encontrado de frente con la cara del diablo: una poderosa ‘industria’ criminal con tentáculos y decenas de caras y rostros que terminan conectando a los infames pedófilos con menores necesitadas, necesitados, abusados. En todo ese entramado de horror la tecnología es protagonista. Nuevamente, no por sí misma sino por el mal uso que le dan en la dinámica del repugnante crimen. Grupos de WhatsApp, Telegram, Instagram y Facebook en donde se encuentran oferta y demanda; comercios digitales que ofertan los ‘paquetes turísticos’, aplicaciones de citas en la que se conciertan encuentros, y hasta Airbnb metido allí, tergiversado en su sana intención de ayudar al turismo y a personas honorables que desean alquilar sus propiedades en el modelo de arrendamiento temporal.

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Reitero que la tecnología no es culpable. Pero sí puede ayudar a combatir a los abusadores y sus redes de infames: así como Facebook e Instagram pueden identificar una canción o un gol, para bloquearlos por derechos de autor, tienen la tecnología suficiente para identificar a menores, personas, redes, señaladas como parte de las estructuras de explotadores de niñas y niños.

Son tecnologías capaces de triangular palabras clave, imágenes y videos con la trazabilidad suficiente para ayudar a las autoridades a dar con los bandidos.

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Perseguir vía WhatsApp, ayudar a la infiltración de agentes encubiertos, reportar sitios web y actividades sospechosas en sus plataformas debe ser una obligación, no un favor. Ojalá algún congresista esté leyendo este escrito y se le encienda el bombillo. Cuenta conmigo y los medios para ayudarle a impulsar una iniciativa legislativa que conmine a las redes sociales a poner de su parte, en tecnología e inversión, lo que les corresponde para ayudar a reducir este despreciable crimen contra nuestras niñas y niños.

JOSÉ CARLOS GARCÍA R.
Editor Multimedia
@JoseCarlosTecno en redes

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