Se nivelan las góndolas barriales: la disparidad de precios parece reducirse

27

Si entre diciembre y febrero los almacenes y supermercados de barrios de la periferia platense reflejaban una amplia disparidad de valores de los productos de la canasta alimentaria por la fuerte devaluación que se dio tras las elecciones presidenciales, más la incertidumbre que había durante esos meses, hoy la situación es muy distinta: la mercadería vuelve a tener precios similares en distintos puntos del Partido.

Y es que según diferentes mediciones privadas, la inflación de los precios de los alimentos se está desacelerando. No significa que los valores bajen en las góndolas, sino que aumentan a un menor ritmo. La falta de consumo es la que mueve los hilos, ya que al caer la demanda de productos, tienden a frenarse los incrementos y las remarcaciones del “por las dudas”.

En un relevamiento realizado ayer por este medio en comercios de las zonas norte (Villa Castells) y sur (Altos de San Lorenzo), se observó que los valores de los mismos artículos alimenticios están bastante parejos por los barrios.

Para llevar adelante el muestreo se tomaron de referencia siete productos de la canasta alimentaria: fideos Badaloni por medio kilo, arroz Los Hermanos por 1 kilo, leche en sachet La Serenísima por 1 litro, aceite de girasol Natura por 900 mililitros, yerba Playadito por 1 kilo, harina leudante Blanca Flor por 1 kilo y puré de tomate Noel por 530 gramos.

Con diferencias que van entre los 100 y 1.000 pesos, los comercios balancean sus diferencias de precios entre los productos seleccionados.

Brooklyn Tech Support

Respecto a los fideos, en la zona norte se los encontró a 1.400 pesos mientras que en la zona sur estaban a 1.300 pesos.

El arroz fue el producto en el que más diferencia de precio se encontró: se vendía en Villa Castells a 3.900 pesos y en Altos de San Lorenzo a 2.849 pesos.

En cuanto a la leche, en la zona sur se ofrecía a 250 pesos más que en zona norte, donde estaba 1.200 pesos.

En el caso del aceite, en zona sur se vendía a 2.300 pesos y en el punto cardinal contrario, costaba 2.490 pesos.

El kilo de yerba en Villa Castells se encontraba a 4.870 pesos y en Altos de San Lorenzo se ofrecía a 5.500 pesos.

La harina mostró una diferencia de precio de 200 pesos, siendo la más económica la que se vendía en Altos de San Lorenzo a 1.400 pesos.

Finalmente, el puré de tomate costaba 700 pesos en Villa Castells y estaba 160 pesos más caro en la otra zona relevada.

En comparación, en Altos de San Lorenzo se encontraron mejores precios en cuatro de los siete productos seleccionados.

Estimaciones

Como publicó este diario hace una semana, la inflación de alimentos alcanzó el 10,5 por ciento en marzo y acumuló una suba de 308,3 por ciento los últimos doce meses, muy por encima de los 287,9 por ciento que marcó el índice de precios al consumidor, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

De acuerdo con los datos relevados por el Indec para marzo los alimentos que más subieron de precio fueron la lechuga, con un 66,7 por ciento de aumento, seguido por el tomate (56,3 por ciento) y la cebolla (24,3 por ciento), productos con un fuerte componente de estacionalidad pero casi insustituibles en cualquier mesa argentina.

Desde que asumió Javier Milei, la evolución de la inflación en el rubro alimentos de la medición oficial marca que diciembre fue el pico de aumentos con 29,7 por ciento, pero luego bajó a 20,4 por ciento en enero. El retroceso continuó en febrero con un marcado descenso a 11,9 por ciento, para luego registrar una menor caída en marzo hasta desacelerarse en un 10,5 por ciento.

Pero, con excepción de diciembre, en el resto de los meses los alimentos subieron por debajo del nivel general de precios.

En la provincia de Buenos Aires los especialistas entienden que el mapeo puede tener similitudes al nacional, aunque no hay mediciones confiables y sistemáticas como para tener una base sólida y comparar con otros distritos que sí miden esta variable.

Por lo que viene viéndose en lo que va de este mes, las consultoras privadas esperan que el Índice de Precios al Consumidor general sea de un dígito en abril.

Las estimaciones indican que la inflación de abril se ubicaría así en 8,9 por ciento mensual. La baja en la proyección responde a un dato de inflación en alimentos considerablemente menor al esperado, junto con escasas subas en el resto de los rubros, lo que lleva a modificar a la baja nuestras proyecciones para las próximas semanas.

De acuerdo con otra consultora, en las últimas cuatro semanas el índice de alimentos y bebidas avanzó un 4,6 por ciento, un valor que está claramente por debajo del 6,2 por ciento medido en la semana anterior.

Si bien el promedio general medido por algunas consultoras para las últimas cuatro semanas dio una suba de alimentos y bebidas del 4,6 por ciento, hay tres rubros que superaron ampliamente la media: los productos lácteos y huevos mostraron una variación del 11,2 por ciento; le siguieron las verduras (9,5 por ciento) y las comidas para llevar (6,5 por ciento).

Leave A Reply

Your email address will not be published.