Es indudable que los hechos que asumió Trump el 6 de enero de 2021, siendo presidente de Estados Unidos, de azuzar a sus turbas terroristas para que tomaran el Congreso y evitaran la jurametación de Joe Biden, dan cuenta de que fue un vulgar atentado contra la democracia y la institucionalidad de esa nación.
Por esos hechos Trump está siendo juzgado penalmente en New York.
Hoy se inmoló prendiéndose fuego un seguidor de Trump en la avenida que está frente al tribunal penal.
Por esos hechos horrorosos y horribles es innegable que el expresidente Trump debería ir a la cárcel.
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Pero dado el hecho de que Biden ganó las elecciones de 2020 con 65 millones de votos y Trump obtuvo 60 millones de votos.
Por una razón de seguridad nacional es difícil, o muy difícil, que Trump vaya a la cárcel.
Las autoridades actuales, tanto las judiciales como las no judiciales, no están en que la violencia masiva sepulte la seguridad nacional.
El Estado estadounidense en sentido general no está en provocar una insubordinación nacional de los seguidores de Trump.
Joe Biden y el Partido Demócrata tienen que prepararse para vencer a Donald Trump en las urnas en noviembre de este año 2024.
El Estado estadounidense no permitirá el hundimiento de la democracia, de la institucionalidad y de la estabilidad social, política y económica.
Por razones de orden mayor Estados Unidos se verá compelido a posponer el envío de Trump a la cárcel.
Datos: El autor es doctor en Economía, licenciado en Derecho, tiene dos maestrías y es miembro de la Dirección Central de la Fuerza del Pueblo.
