Una mujer va al banco con el cadáver de su tío para cobrar un préstamo: “Si no firmas, no hay manera”

25

Ha ocurrido en Río de Janeiro (Brasil). Una mujer se personó en una sucursal bancaria para solicitar la retirada en efectivo de 17.000 reales (unos 3.000 euros al cambio actual), correspondientes a un préstamo a nombre de su tío. Para ello, como es habitual en estos casos, necesitaba la firma de su familiar, al que llevó en silla de ruedas. El problema es que el hombre estaba muerto.

El caso de Erika de Souza Vieira Nunes, de 42 años, está dando la vuelta al mundo gracias a la información de medios locales como GloboPlay o el periódico carioca O Dia, que han difundido imágenes de la surrealista y macabra situación que captaron tanto las cámaras de seguridad como los propios empleados del banco.

“No creo que se encuentre bien”, dijo uno de los trabajadores ante los evidentes signos de livor mortis de Paulo Roberto Braga, de 68 años. “Si no firmas, no hay manera. Yo no puedo firmar por ti. Firma aquí. Firma para no darme más dolores de cabeza”, decía con naturalidad su sobrina mientras sujetaba la cabeza inerte de su tío y acercaba su mano al papel intentando firmar la transacción para sacar el dinero.

Acusada de dos delitos

Alarmados por la extraña situación y sospechando de las intenciones de Erika, los empleados de la sucursal bancaria llamaron rápidamente al Servicio Móvil de Atención de Emergencias (Samu) que determinó que Braga llevaba varias horas muerto, por lo que trasladaron el cadáver al Instituto Médico Legal.

Asimismo, la policía de Bangu no tardó en llegar para llevarse a Vieira Nunes arrestada y conducida hasta la comisaría, donde reconoció que se encargaba de cuidar a su tío y que últimamente se encontraba muy débil. El agente de policía Fábio Luiz Souza aseguró, en declaraciones al programa de noticias matutino Bom Dia Rio, que “ella sabía que estaba muerto. Llevaba muerto al menos dos horas”.

La mujer se enfrenta a la acusación de dos delitos: profanación de un cadáver y robo mediante fraude

La mujer, que ha reconocido que quería el dinero para reformar su casa y comprar una televisión, se enfrenta ahora a la acusación de dos delitos. Por un lado, profanación de un cadáver y, por el otro, robo mediante fraude. Mientras tanto, la policía sigue investigando si el parentesco familiar es real y si Erika pudo estar involucrada en la muerte de Paulo Roberto.

Ha ocurrido en Río de Janeiro (Brasil). Una mujer se personó en una sucursal bancaria para solicitar la retirada en efectivo de 17.000 reales (unos 3.000 euros al cambio actual), correspondientes a un préstamo a nombre de su tío. Para ello, como es habitual en estos casos, necesitaba la firma de su familiar, al que llevó en silla de ruedas. El problema es que el hombre estaba muerto.

Leave A Reply

Your email address will not be published.