Un nuevo estudio afirma que el misterioso manuscrito Voynich esconde un manual cifrado sobre sexo

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Considerado como el ‘Santo Grial’ de la criptografía, el significado último del manuscrito Voynich permanece inexpugnable seiscientos años después de ser escrito. Adquirido en 1912 por el anticuario norteamericano Wilfrid Voynich y conservado en la Universidad de Yale, ni los más afamados criptógrafos ni la inteligencia artificial han podido descifrar el famoso manuscrito. Sus 240 páginas están escritas en un idioma incomprensible e incorporan ilustraciones de misteriosas plantas y criaturas inexistentes, así como símbolos astrológicos y mujeres desnudas.

Han sido precisamente estas imágenes, que incluyen dibujos en los que las mujeres sostienen varios objetos junto a sus genitales o apuntando hacia ellos, la que puso sobre la pista a los investigadores Keagan Brewer, de la universidad australiana de Macquarie, y Michelle Lewis, que publican ahora sus conclusiones en la revista especializada ‘Social History of Medicine’.

Los investigadores afirman que estos dibujos son una clara señal de que el códice contiene información sobre ginecología y salud sexual. Según su teoría, la ‘página de rosetas’, la ilustración más grande y compleja del manuscrito Voynich, y formada por un desplegable de seis páginas con un gran e intrincado dibujo circular en el centro, representa el coito y la concepción. «Nuestra propuesta está en consonancia con la cultura patriarcal de la época y resuelve muchas de las aparentes contradicciones del manuscrito», puntualiza Brewer en una recensión publicada en ‘The Conversation’.


Parte de la ilustración de la ‘pagina rosetas’, un desplegable de seis páginas con un gran e intrincado dibujo circular en el centro


Wikipedia

En la época medieval tardía se creía que el útero tenía siete cámaras y la vagina dos aberturas (una externa y otra interna). «Creemos que los nueve grandes círculos de las Rosetas los representan, con el círculo central representando la abertura exterior y el círculo superior izquierdo representando la abertura interior. Los ocho círculos exteriores tienen bordes lisos, ya que representan la anatomía interna, mientras que el círculo central tiene un borde con forma ya que representa la anatomía externa», especifica en el texto el investigador.

Brewer y Lewis basan su teoría en que los estudios y escritos por parte de autores medievales en el siglo XV acerca de ginecología y la sexología de finales de la Edad Media, a las que los médicos de la época a menudo se referían como «secretos de mujeres», fueron objeto de una fuerte censura.

Código secreto

El estudio lo ejemplifica con el caso del médico Johannes Hartlieb (1410-68), que vivió en la época y el lugar en que se realizó el manuscrito Voynich. «Tuvo grandes aprensiones sobre la propagación de los secretos de las mujeres en la lengua vernácula bávara, que culminaron en una petición de ‘cartas secretas’ para ocultar recetas de abortivos y anticonceptivos», apunta el estudio.

Según apunta Brewer en el mencionado artículo, la preocupación de Hartlieb era que mujeres cada vez más alfabetizadas pudieran leer sus escritos y utilizarlos para tener relaciones sexuales prematrimoniales. De ahí que usara un alfabeto secreto para para ocultar recetas y procedimientos médicos que podían resultar en anticoncepción, aborto o esterilidad.

De acuerdo con esta investigación, el médico se niega a o duda en escribir en sus escritos no cifrados sobre ciertos temas, como los ungüentos vaginales posparto, el placer sexual de las mujeres, las posiciones coitales «correctas» para la concepción o los cambios en la libido.

Esta hipótesis llevó a los investigadores hasta otros casos de cifrado relacionados con las relaciones sexuales y los genitales. El más largo de todos ellols contenía 21 líneas, procedía del norte de Italia de finales de la Edad Media y ocultaba una receta con usos ginecológicos, incluido el aborto.

«También encontramos muchos ejemplos de autores que se autocensuran o de lectores que borran o destruyen información en textos ginecológicos y/o sexológicos. Con frecuencia, los censores sólo ocultaban unas pocas palabras, generalmente términos genitales o nombres de plantas en recetas, pero a veces eliminaban páginas o capítulos enteros», indica Brewer en el citado artículo, en el que expone un manuscrito bávaro, en el que se eliminaron dos páginas, con recetas para la invisibilidad y hechizos mágicos para coaccionar sexualmente a las mujeres.

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