‘Tips’ para reducir el tiempo que pasa frente a su celular

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Es indudable el gran impacto de la tecnología en nuestras vidas, gracias a esta podemos ser más eficaces y eficientes en nuestro día a día. Probablemente, para todos sería imposible concebir este mundo sin los avances tecnológicos, como los teléfonos celulares, los cuales son el medio de comunicación más accesible para la población y permiten una conexión permanente que supera cualquier frontera o barrera cultural.

En definitiva, los celulares se han convertido en una extensión de nuestro ser, puesto que es un dispositivo que nos acompaña las 24 horas, 7 días a la semana y, prácticamente, nos permite gestionar nuestra vida en todo sentido, en ámbitos como el de la salud, el laboral, educativo, social, cultural y financiero. 

Sin embargo, se ha generado una dependencia en torno a estos aparatos tecnológicos. Hay personas que sienten un miedo irracional al no tener su teléfono móvil cerca. Actualmente, a este temor se le conoce como ‘nomofobia’, un término acuñado en el 2009 en el Reino Unido que proviene del anglicismo nomophobia, es decir, no-mobile-phone-phobia.

En el 2020, la plataforma Whistle Out, que ayuda a comparar planes móviles, estimó que una persona pasará en promedio nueve años de su vida conectada a su celular. En Colombia, hace cinco años, Asobancaria encontró que en el país el promedio del uso del móvil es de cuatro horas. Y, en 2022, las agencias We Are Social y Hootsuite encontraron en su último informe que, en promedio, personas entre los 16 y los 64 años pasan 10 horas diarias conectadas a la web. 

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Impacto por uso excesivo 

Si bien la ‘nomofobia’ no es reconocida oficialmente como un trastorno por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), sí es considerada como una fobia situacional específica que genera una desconexión, ya que no solo afecta a la mente, sino también las relaciones, pues una persona puede estar físicamente presente, pero psicológicamente ausente.

Además, puede perjudicar el desempeño laboral al reducir la capacidad de concentración y atención. Igualmente, diversos estudios realizados en alumnos universitarios evidencian que la necesidad, muchas veces ilógica, de estar con los teléfonos inteligentes puede influir negativamente en el rendimiento académico.

Sin lugar a duda, la ‘nomofobia’ es fácilmente reconocible: la persona mira constantemente su teléfono para ver si ha recibido algún mensaje, emplea horas de sueño para interactuar en las redes sociales, evita lugares en los que no haya cobertura, no apaga el celular en ningún momento y cada vez que llega a un lugar tiene la necesidad de localizar un enchufe que le permita cargar la batería.

Cabe señalar que investigaciones en el campo de interés han determinado que la dopamina es uno de los principales responsables de esta dependencia, ya que este neurotransmisor nos impulsa a consumir nuevos estímulos constantemente, además produce un estado de placer que hace que continuemos con estos comportamientos.

En efecto, las personas que tienen una dependencia a los teléfonos inteligentes viven sumergidas en el mundo digital y suelen aislarse y perder contacto con la realidad. Por esta razón es importante darnos cuenta de que nosotros somos quienes controlamos al aparato, y nunca al revés.

Básicamente, esto significa que somos los que determinamos cuánto y cuándo lo utilizamos; sin embargo, si usted es consciente de que le cuesta trazar estos límites, pero quiere realmente desarrollar una relación saludable con el celular que le permita disfrutar más del aquí y el ahora, tenga en cuenta estas recomendaciones:

1. Establezca un horario

En primer lugar, es fundamental saber cuánto tiempo empleamos el celular a diario y luego ir bajando, de forma progresiva, su uso hasta llegar a un punto en que sintamos que el teléfono no nos impide tener una vida fuera del mundo digital. Una manera muy efectiva de reducir las horas frente al celular sería empezar a realizar actividades que no impliquen su uso. Por ejemplo, hacer deporte o salir con amigos son buenas opciones, ya que son actividades que nos sacan de la rutina digital.

2. Eche mano de algunas herramientas de control

Algunos celulares tienen incorporadas herramientas que miden el uso del celular y sus aplicaciones, enviando reportes semanales. Además, ofrecen la opción de poner límites de tiempo en el consumo de apps. Solo hay que ir a ‘Configuración’ y buscar las opciones de ‘Tiempo en pantalla’ o ‘Bienestar digital’, según el celular, y configurarlo. Para controlar el uso del celular de sus hijos, hay aplicaciones como AntiSocial Parental Control, Parental Control App o My Quality Time, que puede usar.

3. Desactive las notificaciones

Cada vez que se ilumina nuestra pantalla, automáticamente queremos saber quién nos está hablando, esto se debe a que nuevos estímulos pasan a ser el centro de nuestra atención y obstaculizan las tareas o actividades que estamos realizando en determinado momento. Por ello, lo ideal es desactivar la opción de notificaciones; sobre todo, aquellas que están ligadas a redes sociales o aplicaciones que rompen con nuestra tranquilidad.

4. Ponga el celular a un lado

Cuando estemos trabajando o haciendo alguna actividad importante es clave apartar el celular para que no represente una distracción. Otra alternativa es ponerlo boca abajo y silenciarlo, para no tentarse con una notificación nueva. Asimismo, establezca zonas de uso y prohíba espacios en su casa donde no se puede sacar el móvil, por ejemplo, a la hora de comer.

5. Modo ‘no molestar’

Otra acción importante, antes de dormir, es acudir a las opciones de modo nocturno o no molestar para evitar que el ruido de las notificaciones o llamadas puedan alterar nuestro ciclo del sueño y frenar la tentación de levantarse a revisar el celular en mitad de la noche. También está la opción de modo avión, que bloquea cualquier notificación.

6. Déjelo en casa

Esto puede ser controversial ya que el teléfono es un medio necesario para comunicarnos, pero también debemos buscar un momento para nosotros, en el que este dispositivo no sea el centro de nuestra vida. Pruebe salir en alguna ocasión sin él, no tiene que ser durante todo el día. Lo importante es que, sin darse cuenta, poco a poco empezará a crear una costumbre y pasará de ser una experiencia angustiosa a una muy liberadora. 

7. Bájele a la rapidez en las respuestas

Quizá esté acostumbrado a responder inmediatamente cuando un amigo o familiar le escriba. Dese el tiempo para contestar, en caso de que no sea urgente. Eso le ayudará a bajar el tiempo en pantalla, esperando un mensaje de vuelta.

8. Reemplace el celular para otros usos cotidianos

Si usa el celular para reproducir música, leer un libro u otra actividad, oblíguese a poner YouTube desde el computador o prender la radio y engánchese con un libro físico. También le ayudará a reducir su tiempo en el móvil.

9. Llamar y no escribir

Aunque se ha perdido la costumbre de llamar y se ha reemplazado por la de escribir, privilegie las llamadas, que necesitan de más concentración y menos tiempo mirando la pantalla del celular. 

10. Plantee objetivos

Estos pueden ser a corto plazo, dado que pueden ser metas muy concretas y diarias que poco a poco podemos ir cumpliendo. Recuerde que si tiene dificultad para gestionar el uso del celular y siente que necesita mayor orientación con respecto al tema, es importante que consulte directamente con un especialista, el cual puede ayudarle a lograr sus metas e impulsar su desarrollo personal. 

AUTOR: MILENKA DUARTE 

El Comercio (Perú) – GDA 

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