Hombre de Florida tenía un dolor de espalda “normal”, pero descubrió que era algo de vida o muerte

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El joven de 25 años comparte su historia a través de Instagram. FOTO: Instagram @jacebeatscancer

Para muchos, las demandas del estilo de vida actual implican pasar largas horas trabajando y experimentar consecuencias físicas, como dolores musculares. Eso fue lo que pensó le estaba sucediendo a un joven de 25 años en Florida, quien inicialmente había relacionado su dolor de espalda con el ritmo que llevaba día a día, luego de haber emprendido su propio negocio. No se imaginaba que, tras varias visitas al médico, descubriría el verdadero diagnóstico y este sería desolador.

Por El Tiempo 

Jace, quien pidió no revelar su apellido para proteger su privacidad, dio una entrevista al programa Good Morning America, en la cual explicó todo lo que tuvo que pasar hasta recibir un diagnóstico correcto. El residente de Florida comenzó a presentar síntomas de fatiga, lo que no llamó mucho la atención dado que se considera un adicto al trabajo y además había fundado su propia empresa de marketing en el área de salud.
A pesar de su agitada agenda laboral, compartió que nunca había tenido problemas de salud graves y que procuraba realizar ejercicio, como salir a correr o jugar golf. “He sido una persona muy sana toda mi vida”, dijo y agregó que provenía de una familia muy orientada al bienestar físico.

Pero el joven comenzó a notar algo extraño mientras se encontraba en la ciudad de Nueva York por un viaje de negocios. Usualmente, salía a correr a Central Park, pero en una de las ocasiones sintió que le faltaba energía y, a pesar de detenerse, no podía recuperar el aliento: “Mi corazón latía increíblemente fuerte. Sentía como si se me saliera del pecho”. Lo que siguió fueron intensos dolores en la parte superior de su espalda.

Luego de acudir a diversos médicos, el hombre de Florida descubrió que tenía cáncer

Cuando el dolor en su espalda comenzó a ser insoportable, Jace decidió ir a urgencias, dónde lo trataron básicamente con relajantes musculares y esteroides, lo cual no funcionó.

En su siguiente visita al médico, le recetaron medicamentos para lo que consideraron era reflujo y tampoco tuvo una respuesta positiva. En una siguiente consulta, se acercó con una especialista en lesiones deportivas. Nada estaba funcionando y el hombre ya había perdido nueve kilos y continuaba experimentando dolores y sudores nocturnos.

Fue hasta que le realizaron pruebas adicionales que los especialistas descubrieron bultos en su pecho, que eran equivalentes al tamaño de una pelota de softbol. Así fue como, tras visitar a un oncólogo, finalmente le diagnosticaron linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer en el que se forman células malignas en el sistema linfático.

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