“Motosierra” en colegios privados de La Plata: los secundarios arrancaron las clases con menos extraprogramáticas y otros recortes
Los padres que envían a sus hijos a escuelas secundarias de gestión privada de La Plata pusieron el grito en el cielo en los últimos días por el recorte de materias extra curriculares por parte de las instituciones educativas. El malestar por la reciente aplicación de esta suerte de “motosierra” pedagógica y de algunos servicios específicos, se suma al que ya existía por los elevados aumentos de las cuotas en lo que va del 2024. “Cobran mucho más caro, pero brindan menos servicios educativos”, consignan. Por su parte, las entidades que nuclean a los colegios argumentaron que tanto los elevados incrementos como las drásticas medidas apuntan a poder afrontar principalmente los costos laborales.
En torno un establecimiento de gestión privada de la localidad de City Bell, los papás manifestaron que las autoridades “tomaron la decisión recortar materias extra programáticas”. “En el tercer año decidieron dar de baja, por ejemplo, Informática. Pero tenemos entendido que esta quita de materias también abarca a alumnos de otros años”, afirmaron.
Según expusieron, desde el colegio argumentaron que “de esa manera se evitaría un aumento aún mayor de la cuota”. Sin embargo, plantearon que “la cuota no para de aumentar, en marzo sufrimos otro aumentazo”.
En el comunicado que recibieron los padres a principios de este mes, informaron que “los alumnos de 6to. Año, del Nivel Primario, desarrollarán las actividades de Educación Física en el Colegio, sin trasladarse al campo de deportes, hasta nuevo aviso, en virtud de los costos elevados que impone trasladar a los alumnos al campo de deportes, que incrementaban el arancel de enseñanza de manera sustancial”. Mientras que los alumnos del nivel secundario se deberán trasladar por su propia cuenta, como venía sucediendo.
Además, en cuanto a las extra programáticas, explicaron que “para el ciclo lectivo 2024, no se ha previsto el dictado de ninguna materia extraprogramática en el nivel secundario. Lo que implica una reducción de la carga horaria de los educandos y de los aranceles de enseñanza”.
En un colegio privado de la zona de Villa Elisa también implementaron cambios estructurales de la propuesta pedagógica y otros servicios que se brindaban desde hacía tiempo, argumentando darle “mayor libertad a las familias” para decidir de qué forma afrontar este nuevo escenario y que lo económico no termine siendo un impedimento para seguir enviando a sus hijos. Sin embargo, sostienen los padres, “el valor de la cuota no para de aumentar”.
En este caso, los años superiores de la secundaria “desde hoy dejaron de tener jornada extendida, como había sido hasta ahora, y con ello se eliminaron las materias que se daban de manera extraprogramática”. “En esa movida quedaron afuera horas de Inglés. “Si la familia las quiere mantener, tendrá que abonarlas aparte”, indicaron.
“Otro cambio fue dejar de brindar el servicio de comedor, el cual estaba incluido en la cuota, para que no fuera un obstáculo desde lo económico en la decisión de las familias de continuar mandando a sus hijos al establecimiento”, remarcaron. “Sin embargo, el monto final de lo que se paga todos los meses sigue subiendo, con el agregado que los hogares deben absorber costos que antes estaban incluidos en la cuota y ya no, como el envío de la vianda desde casa o la contratación de una empresa que preste el servicio”, comentaron.
Cuotas para el infarto
Cabe recordar que, tras el incremento aplicado en enero y el que se llevó a cabo ahora en marzo, el valor actual de la cuota de los colegios privados en la Provincia de Buenos Aires se elevó hasta un 50 por ciento en relación a lo que se abonaba en diciembre.
La Asociación de Institutos de Enseñanza Privada Buenos Aires (AIEPBA) comunicó: “Sabemos que resulta complicado y un gran esfuerzo para la comunidad de padres sostener en muchos casos el pago de los incrementos, pero es necesario adaptar los ingresos de las entidades a los aumentos constantes en todas las variables económicas y acompañar la actualización paritaria salarial del sector docente”.
Aiepba viene advirtiendo sobre los riesgos que implican para el funcionamiento de los colegios privados los aumentos desproporcionados en los costos operativos y el retraso en la autorización de actualización de los aranceles.
Como se ha venido informando desde estas entidades, el 90% del gasto de funcionamiento de un instituto de educación corresponde a los salarios de los trabajadores. En este contexto, en los últimos días otras dos cámaras acordaron pese al rechazo de Aiepba, un aumento que alcanza el 280% interanual en el haber que se abona a los empleados de administración y maestranza de colegios de CABA y GBA, agrupados en SAEOEP.
“Es un ejemplo extremo de las desproporciones que se registran en esta actividad regulada y que atenta contra el buen funcionamiento y la prestación de un servicio de calidad. Ese aumento negociado en la última paritaria supera significativamente los incrementos arancelarios permitidos a las instituciones educativas, lo cual plantea un riesgo financiero y económico insostenible para nuestras entidades”, agregó.
En tanto, la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (ADEEPRA), sostuvo que debido a los aumentos de las cuotas “está latente una baja de la matrícula”.
Según analizó en el plano nacional, “tenemos un alto nivel de morosidad del año pasado y un poco de demora en el ritmo de inscripción y por eso está el temor del cambio de gestión por parte de las familias. Pero aún no se verificó un gran pedido de pases de chicos. Sabemos que la situación para las familias y escuelas está muy complicada”.
Sobre los aumentos de marzo, expresó que “las escuelas subvencionadas por el estado van a aplicar un 30 por ciento de suba en las cuotas (lo que autorizó el Gobierno), pero ese porcentaje ha sido superado por los costos, por los incrementos de salarios docentes y no docentes, además de los gastos en mantenimiento e infraestructura”.
“Las escuelas privadas están con problemas de sustentabilidad”, comentaron y agregaron que “la preocupación es grande respecto a si las escuelas que reciben alumnos de sectores medios y bajos van a poder aguantar esta situación”.
En relación al recorte de asignaturas extra curriculares y servicios, que es lo que denuncian los padres en La Plata, explicaron los colegios privados están considerando estrategias para no perder alumnos. Según admitieron, “no hay mucho margen para ofrecer promociones o mayores descuentos y becas. Lo que sí ocurre es que algunas escuelas que tenían como obligatoria la doble jornada con comedor y actividades extracurriculares, ahora las ponen como optativas para que las familias puedan continuar en la institución reduciendo los costos”.
En la Argentina hay 14 mil escuelas privadas. El 70 por ciento (unas 9.800) recibe aporte estatal y el resto no tiene subvención. En la Provincia está la mitad de estas instituciones (6.300) de las cuales 4.400 tiene subvención oficial y requieren autorización aumentar la cuota. En el sector empresario suelen resaltar que entre el 80 por ciento y el 90 por ciento de la tarifa es el costo laboral.