Si uno pone ‘Stella Maris’ en Google, además de la alusión a la Virgen María salen muchos hoteles, un libro de Cormac McCarthy, una marca de vino tinto, un bioestimulante hecho de algas marinas Ascophyllum nodosum, un club de voleibol, una agencia de viajes, una editorial, un par de películas de cine mudo, una urbanización con vistas al mar en Fuengirola, una canción de un grupo punk llamado La Inquisición, un cortometraje de un tal Axel McGregor, una obra de teatro de otro tal Jakop Ahlbom, y por supuesto muchos colegios religiosos, como el de los jugadores de rugby uruguayos que se estrellaron con un avión turbohélice en los Andes en 1972. Pero por encima de todo eso, aparece un girl-band ultracatólica que va a dar su primer concierto en el Primavera Sound sin siquiera existir en realidad.
Si usted está al día de la actualidad cultural, sabrá de qué va la broma. Si no, agárrese que vienen curvas. Se trata de un grupo de música ficticio creado por Los Javis para su serie ‘La Mesías’, inspirado en otro que, por mucho que recemos para que no sea verdad, sí existe: Flos Mariae. La parodia, que no ha hecho mucha gracia al grupo real, ha tenido tanto impacto en la cultura popular de finales de 2023 que los organizadores del macrofestival catalán han decidido sacarlas de la ficción para descojone de sus clientes, que podrán verlas actuar en uno de sus escenarios el verano del año que viene. Antes, este mismo viernes 24 de noviembre, lanzan su primer disco.
Las Stella Maris no son tan brutales musicalmente como Flos Mariae -que practican una electrónica durísima, siniestra y perturbadora-, pero sí son suficientemente bizarras como para quedarse igual de catatónico viendo sus videoclips, donde combinan bases de bakalao y electro-pop minimalista con melodías vocales cacofónicas, letras surrealistas y coreografías delirantes.
Como habrá podido comprobar si ha tenido el valor de ver el videoclip de arriba, hay una cara conocida en Stella Maris: la cantante, ex concursante de Operación Triunfo y representante de España en Eurovisión 2018, Amaia Romero, que interpreta a Cecilia Puig Baró. Pero, ¿quiénes son las demás?
En el papel de Aina Puig Baró está la actriz y cantante Cristina Rueda, que ha participado en talent shows como Operación Triunfo 2009 o La Voz, así como en musicales como ‘El Cover’, ’33 El Musical’ o ‘We Will Rock You’. Mabel Olea, una de las bailarinas de los espectáculos de Rigoberta Bandini, hace de Julia Puig Baró; y Valeria Collado, actriz debutante en ‘La Mesías’, es Neus Puig Baró. Ania Guijarro, que ha trabajado con Berto Romero en su serie ‘El Otro Lado,’ interpreta a Beth Puig Baró; y por último, Sara Roch, a quien puede verse en la película ‘Hermana Muerte’, es Nora Puig Baró.
¿Cómo se ha producido el fichaje de Stella Maris por el Primavera Sound? Evidentemente, el festival quiere poner una cómica nota de color en su cartel. Pero habrá no pocos hipsters que se tomarán medio en serio la propuesta, pues quien hay detrás de todas sus canciones es en realidad el grupo Hidrogenesse, deidad gafapasta donde las haya.
Formado por Carlos Ballesteros y Genís Segarra (ex Astrud), el dúo fue contactado por Los Javis, «que tienen esa capacidad de unir cosas muy diferentes entre sí y convertirlas en posibles», decían los músicos en una entrevista reciente. «Nos pidieron que hiciéramos una serie de canciones para un proyecto que estaban preparando y nosotros aceptamos encantados. Nos dijeron que teníamos que hacer los temas completos, aunque en la serie aparecieran una milésima de segundo. Los Javis tuvieron confianza en nosotros para darnos total libertad a la hora de componer las canciones. También nos preguntábamos por qué habían pensado en nosotros».
En realidad, los Hidrogenesse no tardaron en descubrir por qué, ya que cayeron en la cuenta de que su propuesta musical no está tan lejos de la de Stella Maris: «Las protagonistas son un grupo de chicas encerradas en su casa que no tenían ningún tipo de estímulo del exterior, y por eso eran autodidactas. Eso quería decir que no tenían ningún input alrededor de lo que hacían, de si era bueno o malo, si cantaban bien o mal. Lo hacían con una falta de reflexión tremenda. En realidad, es lo que hacíamos nosotros mismos cuando empezamos, hacíamos temas que no se regían a ninguna norma, sin importar si un bajo dejaba de sonar o el estribillo no aparecía más».
A Stella Maris no le falta casi nada de lo que hay que tener para ser un grupo real. Tienen sus redes sociales y su cuenta de YouTube donde suben sus videoclips. Pero les falta lo más importante: ser tan terroríficas como el grupo en el que se inspiraron.
