Campazzo, el jefe del parque de atracciones del Real Madrid

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Presenciar los partidos del Real Madrid vuelve a ser como acudir al parque de atracciones. Si se es uno de sus aficionados, por supuesto. Una diversión permanente, un sinfín de sensaciones. El rodillo blanco marcha ya por 16-0 en este inicio de la temporada y el equipo no deja de dar razones para preguntarse si el baloncesto que está desplegando es ya igual o mejor que el de algunas temporadas de la era Laso, si llegarán al 31-0 con el que arrancaron el curso 13-14 o quién será capaz de pinchar el globo, que actualmente está hinchadísimo.

Entre las razones para explicar la buena marcha, una pequeña de tamaño pero grande en cuanto a repercusión: Facundo Campazzo. Con su 1,81 metros, el base es uno de los jugadores más bajos de la Euroliga y de la Liga Endesa, pero su influencia sobre lo que sucede en la pista es absoluta. El único fichaje de los blancos esta temporada. No necesitaban más.

Cuesta entender que nadie le dejara hueco en la NBA

El base argentino dio su último recital este jueves en el triunfo sobre la Virtus Bolonia, que llegaba al WiZink Center como revelación de la Euroliga tras cinco victorias seguidas y salió como si le hubiera arrollado un mercancías (100-74). Facu batió su récord de valoración fijándolo en 39 créditos gracias a 18 puntos, 11 asistencias, seis rebotes, tres recuperaciones y nueve faltas recibidas. Todo eso, en menos de 29 minutos. Mientras estuvo en pista, el Madrid ganó por 26. No sólo por esa gran actuación sino por su evidente superioridad, cuesta entender que nadie le hiciera hueco en la NBA.

Una superioridad de la que Campazzo había ido dejando pinceladas, detalles en cada partido, pero que se ha hecho aún más evidente en lo numérico en las últimas fechas. En los dos últimos partidos, acumula 68 de valoración, pues acabó con 29 frente al Covirán Granada en otra exhibición, clave además para que el Madrid mantuviera a salvo la racha. El argentino ha sido el jugador más valorado de su equipo en seis de los 16 encuentros disputados, incluida la final de la Supercopa Endesa, en la que se llevó el MVP. Fue como si no nunca se hubiera ido.

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El equipo tiene margen de mejora, podemos jugar mejor. Tenemos que ser exigentes con nuestro juego, no conformarnos con lo que estamos haciendo

Facundo Campazzo, base del Real Madrid

Dzanan Musa, en mitad del partido ante la Virtus, se acercó a Facu y le besó en la cabeza. Una señal de aprecio por resolver en algunas situaciones y por hacer mejores a los compañeros siempre. Y eso es mucho decir, pues se trata de una versión superior de lo que ya había y estamos hablando del vigente campeón de la Euroliga. Los momentos de embotellamiento del año pasado ya apenas existen. El base, fluyendo como el agua, siempre encuentra una vía por la que colarse: una penetración, un triple, una asistencia…

No perdona un partido ni da por perdido un balón

Y todo eso con la mejor de las actitudes independientemente del rival, del marcador y del momento del partido. No perdona un encuentro ni da por perdida una bola. Carácter argentino al cien por cien. Ante la Virtus se tiró de cabeza para salvar un balón y acabó contra una valla publicitaria. Del beso de un compañero a un vuelo a lo Dennis Rodman. Acciones significativas con el argentino como protagonista.

A mediados de noviembre, Campazzo ya es el segundo jugador más valorado de la Liga Endesa sólo por detrás de Simon Birgander, pívot del UCAM Murcia. El timón madridista promedia 17,4 créditos con 12,1 puntos y 6,4 asistencias. En cuanto a pases sólo le supera Dani Pérez (BAXI Manresa). En la Euroliga, a falta de los partidos que cierren esta séptima jornada, ya es el mejor asistente con 8,7 por encuentro. También promedia 11,8 puntos y llega a los 20,0 de valoración.

La mejor manera de mantener una racha tan grande de victorias es pasar página. Lo mental juega mucho en la dinámica. Mientras menos pensemos en eso, mejor

Facundo Campazzo, base del Real Madrid

De todo eso se beneficia un Madrid que está volando: 90,12 puntos de media entre todas las competiciones, cuatro partidos alcanzando los 100, 16 victorias por 13,3 puntos de promedio, 20,68 asistencias por encuentro con 28 ante la Virtus, su tope del curso, 104,5 de valoración en la Liga Endesa y 112,25 en la Euroliga…

Pese a todo, Campazzo considera que “todavía estamos conociendo cómo jugamos entre nosotros, nos equivocamos muchas veces y lo corregimos sobre la marcha. El equipo tiene margen de mejora, podemos jugar mejor”. Una advertencia para los rivales. “Tenemos que ser exigentes con nuestro juego, no conformarnos con lo que estamos haciendo. Pasamos página y pensamos en el siguiente partido, es la mejor manera de mantener una racha tan grande de victorias. Lo mental juega mucho en la dinámica. Mientras menos pensemos en eso, mejor”, recomienda Difícil cuando se marcha 16-0 y uno disfruta como en un parque de atracciones con el base argentino como jefe.

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