A todos nos ha pasado: estás comprando un poco de mantequilla de maní o buscando un buen pepinillo cuando encuentras fuerza en tu muñeca. es insuficiente para llegar al delicioso contenido del tarro. Eso eso más o menos El inquietante problema de la NASA con las muestras de asteroides OSIRIS-REx—aunque, por supuesto, el contenido de ese bote no es para comer.
Así es. La NASA pudo lanzar una misión de 1.160 millones de dólares a un asteroide a 200 millones de millas de la Tierra y recuperar fragmentos de espacio que se desmoronan. rockear y traerlos de regreso a nuestro humilde mundo habitable. Y ahora no puede abrir el frasco. Específicamente, dos Los sujetadores del TAGSAM (mecanismo de adquisición de muestras Touch-and-Go) se niegan a ceder ante las herramientas actualmente disponibles. Los científicos esperan que las muestras del asteroide Bennu podría contener pistas sobre la formación del sistema solar y los orígenes de la vida, por lo que, comprensiblemente, están ansiosos por poner las cosas en movimiento.
Afortunadamente, el exterior del recipiente de muestra estaba cubierto de una abundancia de material asteroide, lo que significa que algo de ciencia ya ha comenzado. En una conferencia de prensa el mes pasado, el analista de muestras de OSIRIS-REx, Daniel Glavin describió los pedazos de asteroide como “el sueño de un astrobiólogo”. Ya han identificado moléculas de carbono y agua.
Gizmodo contactó a varios astrobiólogos para discutir qué esperan aprender exactamente de un análisis completo del material del antiguo asteroide. Esto es lo que tenían que decir.
“Las muestras de OSIRIS-REx podrían ayudarnos a descubrir si, además del supuesto suministro de agua a la Tierra primordial por los cometas, También podría ser realizada por asteroides”, dijo Jean-Pierre de Vera, astrobiólogo del Centro Aeroespacial Alemán y presidente de la Unión Europea. Asociación de la Red de Astrobiología (EANA), en un correo electrónico a Gizmodo. “Aún permanece la pregunta sobre la cantidad de compuestos orgánicos en estas rocas que podrían se entregarán en la Tierra y podrían haber sido como los primeros bloques de construcción de la vida».
Cada vez que se encuentran meteoritos en la Tierra, ofrecen a los científicos la oportunidad de investigar los orígenes del sistema solar. Muchas de estas rocas son condritas carbonosas, una clase de meteoritos antiguos que contienen carbono y que contienen componentes básicos para la vida y que muestran signos de alteración acuosa: cambios en su estructura debido al agua líquida. Como tales, ofrecen una ventana íntima a cómo se formó nuestro sistema solar y dio lugar a un mundo como la Tierra, rico en placas. tectónica, cubierta de océanos y repleta de seres vivos.
pero meteoritos que caen en la Tierra están inmediatamente contaminados por, bueno, la Tierra. Gracias al minucioso esfuerzo del equipo OSIRIS-REx, los científicos finalmente tienen acceso a muestras de asteroides no contaminadas por La gran cantidad de material orgánico y la alteración que se produce al quemarse en la atmósfera de nuestro planeta y golpear la superficie, ya sea tierra. o mar.
“Por primera vez podremos medir las abundancias de los 20 aminoácidos formadores de proteínas de una muestra de asteroide no tocada por Vida en la Tierra”, dijo Sawsan Wehbi, astrobiólogo de la Universidad de Arizona, en un correo electrónico a Gizmodo. “Mi objetivo es comparar los aminoácidos que encontramos en Bennu con los primeros años de vida de la Tierra. Espero responder a esta pregunta: ¿Usaron en sus primeros años de vida los bloques de construcción que fueron entregados desde el espacio exterior?
Ya sea que las muestras sugieran que los ingredientes para los procesos de la vida vinieron del espacio o pudieron haber venido de la Tierra misma, Wehbi dijo que “creo lo que encontremos cambiará fundamentalmente nuestra perspectiva sobre cómo pensamos sobre la vida en un contexto cosmológico”.
Bennu lleva el nombre de una deidad del antiguo Egipto asociada con el renacimiento, que es el símbolo viviente del dios Osiris, quien fue resucitado. a la vida en el mito egipcio. Es un asteroide primitivo, datando de los primeros 10 millones de años aproximadamente de la existencia del sistema solar. Como tal, los científicos creen que el asteroide podría guardar secretos de lo que podrían aspecto, así como qué componentes orgánicos primordiales (para apoyarnos en un viejo cliché, los “bloques de construcción de la vida”) podrían existir en el cuerpo rocoso.
Pero no es tan simple como eso. Bennu experimentó algunos cambios en su existencia temprana, lo que significa que los científicos podrán verán algo más que “bloques de construcción”: podrán ver el plan de juego que estaba siguiendo un Bennu en evolución.
“Esta es una especie de instantánea fósil de algunos de los materiales más primitivos del sistema solar”, dijo Michael Wong, un astrobiólogo. en Carnegie Science, en una llamada telefónica con Gizmodo. “Pero pasó un poco de tiempo entre su formación y el lugar donde esencialmente se congeló salió y dejó de evolucionar como un cuerpo planetario».
“Tratar de comprender cuánta complejidad química ha ocurrido en esa breve instantánea de tiempo entre el momento en que Bennu se formó y el momento en que Bennu se congeló y se detuvo. Evolucionar es muy interesante para mí porque te muestra el poder de un poquito de roca, un poquito de hielo y un poco de materia orgánica”, añadió Wong.
Cualquiera que sea el cóctel químico, Bennu puede darnos pistas sobre los ingredientes. Pero tan importantes como los ingredientes son las instrucciones de cocción reales, y El breve período de evolución del asteroide también puede ayudarnos en ese sentido.
“El proceso del origen de la vida sigue siendo un misterio para nosotros y no creo que la respuesta esté en la forma exacta. identidades de las moléculas”, dijo Wong. Es por eso que el término “bloques de construcción” me molesta. Se trata más de los procesos que esas moléculas están entusiasmadas de trabajar juntas. Y puede ser que los procesos de la vida puedan surgir en conjuntos de construcción muy diferentes. bloques”.
Hoy, las muestras de asteroides Bennu se convirtieron disponible para visión pública en el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian en Washington, DC Así que,incluso si el análisis de las rocas tarda un tiempo en publicarse, puedes reflexionar sobre los orígenes de la vida en la Tierra tan pronto como quieras.
Más: Trozos de asteroide Bennu aterrizan en el Smithsonian después de un viaje de 200 millones de millas
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