La carretera hacia Restauración, una ruta de paraíso visual, pero también de hambre y pobreza — El Nacional
Dajabón.- Era un día como cualquier otro, de una semana de este de septiembre, el Sol brillaba en su máximo esplendor, para impregnar al verdor de toda la zona un matiz casi subliminal, bajo un cielo azul. El negro del asfalto dividido por líneas de rayas amarillas contrastaban con el ambiente que se observa a todo lo largo de la carretera de Restauración rumbo a la zona fronteriza.
Junto al chofer asignado por El Nacional, en una misión del director del periódico me dirigí a hacer un recorrido desde la localidad de Restauración, por la carretera principal, hasta la zona fronteriza que pudiera llegar, para poder observar cómo andaba la seguridad en la zona, después del cierre de la frontera en protesta por la construcción de un canal para desviar parte del agua del río Masacre.
La vigilancia es extrema. Chequeos militares en ubicaciones estratégicas, con agentes de distintas organismo de seguridad del Estado, incluyendo miembros de la Dirección General de Migración.
Patrullas del ejército en camionetas y motores recorriendo tramos de la carretera eran una clara evidencia de la vigilancia en la zona.
Pero muy a pesar de todo, algo llamó sobremanera mi atención.
Te puede interesar leer: Decisión de RD paraliza la economía en 2 ciudades ambos países
En toda la extensión del recorrido y a ambos lados de la carretera, los verdes montes estaban salpicados de casuchas de palos y madera pintadas de pobreza y rodeadas de alambres de púas, no se sabe si para protegerlo o evitan que salgan, habitadas por familias haitianas, que habían sido levantadas entre los poblados dominicanos de la zona.
El drama es de una extrema y extraña pobreza casi indescriptible. Hombres y mujeres que ya no saben si lo son. Niños con rostros demacrados, desnudos, alimentados con agua de arroz hervido, y sobreviviendo con la única esperanza de poder irse a dormir para ver si al otro día, aún viven o despiertan en un mejor lugar.
Llama mucho la atención que en este país, se estén haciendo redadas y deportaciones de indocumentados en toda la nación, sin embargo en muchos campos y pueblos fronterizos hay asentamientos de indocumentados viviendo en donde habita el olvido.
No es difícil reconocer que la situación económica, sociocultural y política, por la pobreza, la corrupción son los motivos que arrojan a miles de haitianos muy pobres a tierras dominicanas, sin embargo hay que entender que este país nunca será la solución al problema de desarrollo, el hambre y la pobreza de la nación vecina.