Este podría ser el comienzo de una historia de ciencia ficción con un final abierto al gusto del consumidor, incluyendo por supuesto el género de terror. Un grupo de investigadores de Stanford y Google ha creado una aldea gobernada por 25 bots, IAs que, aparentemente, llevan vidas que recuerdan a la nuestra.
Tal y como han explicado en un artículo publicado el pasado domingo, estos bots “se despiertan” cada mañana y comienzan a conversar sobre los últimos cotilleos de la aldea, incluso llegan a planificar eventos como el Día de San Valentín. Dichos bots tienen nombres como Mei o Sam y, como recalcan los investigadores, se planifican de manera autónoma y tienen sus propias opiniones formadas entre sí, llegando a discutir y a elegir su “camino”.
Un experimento que tiene como objetivo “crear IAs que puedan producir un comportamiento creíble y similar al humano”. Un ejemplo que explican en el artículo: los investigadores pidieron a uno de los agentes, “Isabella”, que planificara una fiesta del Día de San Valentín, ¿qué ocurrió? Que otros bots comenzaron a repartir invitaciones a la fiesta de forma autónoma, decorar el lugar de la fiesta y hacer nuevas amistades.
En otro ejemplo que exponen, los bots discutieron sobre unas próximas elecciones y se dividieron en sus opiniones sobre un candidato.
Para llegar a este punto los investigadores recuerdan que los bots “interactuan” a través de IA generativa y el “procesamiento del lenguaje natural” o NLP, la misma tecnología utilizada por ChatGPT. Dichas herramientas ayudan a los bots a producir conversaciones que reflejan las interacciones humanas. Según explican:
Dar a los bots la capacidad de almacenar recuerdos y reflexionar sobre ellos fue clave para lograr un comportamiento creíble y similar al humano.
De hecho, finalizan el artículo haciendo especial énfasis en que dicha capacidad permite a los bots usar experiencias pasadas para informar acciones futuras, como recordar detalles sobre otra IA para elegir un regalo de cumpleaños apropiado.
