Sentencian a 20 años de prisión a exmédico estadounidense por abusar sexualmente de docenas de mujeres

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Además, fue sentenciado a libertad supervisada de por vida una vez cumpla su pena en prisión y pague una multa de 10.000 dólares.

Las autoridades estadounidenses han condenado este martes a 20 años de prisión al ginecólogo Robert Hadden, un antiguo especialista que ejerció como médico en prestigiosos hospitales de Nueva York entre 1987 y 2012, por los cargos de abuso sexual contra al menos docenas de mujeres que fueron sus pacientes, reza un comunicado de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York.

“Bajo la apariencia de tratamiento médico, Robert Hadden abusó y agredió sexualmente de numerosas pacientes durante aproximadamente 25 años”, dijo el fiscal federal estadounidense Damian Williams, destacando el esfuerzo que hicieron las víctimas al presentarse “valientemente” para compartir sus historias y garantizar que el imputado se enfrente a la Justicia.

Una de las víctimas del condenado, de 64 años, fue la esposa del excandidato presidencial demócrata Andrew Yang, Evelyn Yang, que en una entrevista con CNN relató la agresión, ocurrida en 2012, cuando estaba embarazada de siete meses. “Me tiró hacia él, procedió a desvestirme y examinarme internamente sin guantes”, detalló Yang.

Según las autoridades, Hadden, del estado de Nueva Jersey, usó su posición como médico para hacer creer o intentar hacer creer a sus víctimas que el abuso sexual que les infligió era apropiado y médicamente necesario. En ese contexto, fue acusado por abuso sexual en 2016 y se declaró culpable, pero las autoridades dictaminaron su culpabilidad el 24 de enero pasado.

Además de la pena de prisión, el ginecólogo fue sentenciado a libertad supervisada de por vida una vez cumpla su sentencia en la cárcel y se le ordenó pagar una multa de 10.000 dólares.

“Lamento mucho todo el dolor que he causado”, dijo Hadden entre lágrimas, citado por la cadena Fox, antes de escuchar su sentencia. Pero una de las acusadoras manifestó que “no fue una disculpa”, alegando que el agresor no se giró para enfrentar a sus víctimas a la cara.

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