Nuevo golpe de la Administración Trump contra la Universidad de Harvard. En una decisión sin precedentes, el Gobierno de Trump ha prohibido a la Universidad de Harvard —uno de los centros más prestigiosos del país— matricular a estudiantes extranjeros, en una grave escalada en el conflicto que enfrenta a la Administración Trump con el centro educativo desde hace varios meses.
La decisión ha sido comunicada a través de una carta remitida a Harvard y firmada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem donde explica que, “con efecto inmediato, el programa de la Universidad de Harvard de Estudiantes y Visitantes Extranjeros ha sido revocado“, lo que se traduce en que “Harvard ya no puede matricular a estudiantes extranjeros y que los estudiantes extranjeros actuales deben transferirse o perderán su estatus legal”, anota un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés).
En ese sentido, el DHS ha acusado a la Universidad de crear “un ambiente inseguro en el campus al permitir que agitadores antiestadounidenses y proterroristas acosen y agredan físicamente a personas, incluyendo a muchos estudiantes judíos“.
“Es un privilegio, no un derecho, que las universidades matriculen a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para aumentar sus multimillonarias dotaciones. Harvard tuvo muchas oportunidades de hacer lo correcto. Se negó”, recalcó Noem. La secretaria justificó, además, que esta nueva política como consecuencia del “incumplimiento de la ley”. Advirtió también que esto debía servir “de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país”.
Desde Harvard, los responsables de la institución han criticado ampliamente la decisión, llegándola a tachar de “ilegal” y de ser una forma de “represalia”. Aun así, un portavoz del centro educativo ha asegurado que están “plenamente comprometidos con mantener la capacidad de Harvard de acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales, que provienen de más de 140 países y enriquecen a la universidad —y a esta nación— enormemente”.
Se estima que esta decisión perjudique a un total de 6.800 personas. El Gobierno ha dado un plazo de 72 horas al centro para facilitar pruebas en las que se comprueben las identidades de los estudiantes que participaron en las protestas. Desde el inicio de los movimientos estudiantiles en contra de la guerra en Gaza, el Gobierno ha expulsado a alumnos de origen no estadounidense de la Universidad.
Esta medida es una respuesta más al conflicto librado entre el Gobierno de Trump y la Universidad tras las acusaciones de que el centro permite acciones antisemitas y perpetrar políticas “woke”. Ya en el pasado mes de abril, la Universidad se negó a aceptar las exigencias de la Administración Trump que demandaban al campus adoptar “medidas para erradicar el antisemetismo”, tras las manifestaciones contra la guerra en Gaza celebradas por los estudiantes en sus instalaciones. El Gobierno estadounidense también exigió la eliminación de todos los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) de sus políticas, al considerar que las admisiones deben realizarse únicamente “por méritos”.
En consecuencia, la Casa Blanca bloqueó 2.200 millones de los hasta 9.000 millones de dólares destinados a subvenciones y contratos federales si la Universidad no cedía a modificar aquellas iniciativas que, según sus acusaciones, “alimentan el acoso antisemita”.
La matrícula en Harvard es de 59.320 dólares para el año escolar que comienza a finales de este año, y los costos pueden ascender a casi 87.000 dólares si se incluye alojamiento y comida, según el diario The New York Times. Además, los estudiantes internacionales tienden a pagar una mayor proporción de los costos educativos en comparación con otros alumnos, de acuerdo con el mismo medio.
Nuevo golpe de la Administración Trump contra la Universidad de Harvard. En una decisión sin precedentes, el Gobierno de Trump ha prohibido a la Universidad de Harvard —uno de los centros más prestigiosos del país— matricular a estudiantes extranjeros, en una grave escalada en el conflicto que enfrenta a la Administración Trump con el centro educativo desde hace varios meses.