Después de años de silencio, Google vuelve a apostar por las gafas inteligentes, pero esta vez con una propuesta más realista y conectada. Su demo en vivo durante el I/O 2025 combinó tecnología de vanguardia, colaboración con Xreal y el poder de su asistente Gemini. El resultado fue una experiencia práctica con luces, sombras… y un inesperado contratiempo que reveló tanto los avances como los desafíos del proyecto.
Un regreso inesperado con nombre conocido
Project Aura vuelve a escena. Esta vez, no como un experimento fallido, sino como una plataforma de realidad mixta más conectada y enfocada en lo útil. Las nuevas gafas, desarrolladas en colaboración con Xreal, operan bajo Android XR e integran el asistente Gemini, lo que permite a los usuarios interactuar con su entorno usando solo la voz.
Durante la presentación, Google dejó claro que busca ofrecer una experiencia natural, en tiempo real, sin necesidad de sacar el teléfono o usar las manos. Las gafas detectan el entorno, proyectan una interfaz en tiempo real y responden al usuario mediante comandos hablados, lo que las convierte en una especie de «extensión invisible» del teléfono, pero con mucha más autonomía contextual.
La demo que quiso mostrarlo todo… y casi lo logra
El punto culminante del evento fue una demostración en directo, sin edición ni trucos, algo inusual en este tipo de lanzamientos. Shahram Izadi, responsable del área de dispositivos, convocó al público a ver el prototipo funcionando en manos de Nishtha Bhatia, quien apareció de forma remota para operarlas.
Las gafas permitieron leer mensajes, reproducir música, obtener direcciones e incluso consultar información sobre un cuadro con solo preguntar. Todo, en tiempo real. Sin embargo, hubo un ligero retraso en la respuesta de Gemini, probablemente por problemas de conexión, y al final un error técnico obligó a interrumpir la prueba de traducción simultánea entre hindi y farsi.
Aun así, el impacto fue claro: esta tecnología ya no es solo una promesa futurista. Aunque aún necesita pulirse, Google ha mostrado que está decidida a competir en el mundo XR con herramientas concretas y funcionales.
¿La tercera será la vencida para Google?
Tras las Google Glass y otros intentos fallidos, la compañía parece haber aprendido que el futuro de las gafas inteligentes no está en lo espectacular, sino en lo útil. Esta vez no prometen una revolución abstracta, sino pequeñas acciones que simplifican la vida: leer, traducir, buscar, interactuar… sin pantallas ni gestos. Solo con mirar y hablar.
El proyecto aún está en desarrollo, pero la dirección es clara. Si logra superar los errores técnicos y afinar la experiencia, Google podría tener entre manos no solo una herramienta novedosa, sino un nuevo estándar para la realidad aumentada cotidiana.
Fuente: Xataka.