Buscar empleo ya era un proceso agotador y frustrante para muchos candidatos. Pero ahora, a ese malestar se le suma una nueva amenaza: las entrevistas realizadas por inteligencia artificial. Lo que prometía eficiencia, está resultando en situaciones absurdas y aterradoras que están dejando a los postulantes con una sensación de rechazo y desconexión total. ¿Hasta dónde llegará esta automatización?
Una entrevista que se volvió viral (y espeluznante)
Todo comenzó con un video publicado por la usuaria de TikTok @its_ken04, donde compartía su entrevista con «Alex», un avatar virtual impulsado por IA. Durante el proceso, la máquina comenzó a repetir sin sentido “vertical bar pilates” una y otra vez. Aunque la empresa le había advertido que usarían IA, Ken quedó impactada: “Fue espeluznante. Me asusté”, confesó. Las reacciones en redes no tardaron: miles de personas comentaron experiencias similares o simplemente compartieron su indignación.
Los candidatos están diciendo basta
Ken fue contundente: si otra empresa quiere que hable con una IA, rechazará la oferta. Y no está sola. Entre los comentarios, muchos usuarios expresaron su negativa rotunda a interactuar con robots en algo tan humano como una entrevista. “Si no se molestan en hablar conmigo, ¿por qué debería esforzarme por trabajar allí?”, decía uno. La falta de contacto humano parece estar dinamitando lo poco que quedaba del vínculo entre empresa y postulante.
Las promesas vacías detrás de los reclutadores artificiales
Empresas como Apriora, creadora de Alex, aseguran que las entrevistas por IA son más rápidas, económicas y cómodas para los candidatos. Pero la realidad muestra otra cara. Experiencias compartidas en medios como Slate revelan casos en los que los bots se traban, repiten frases sin sentido o ni siquiera responden adecuadamente. La sensación general es la de estar frente a un sistema frío, fallido y sin empatía.
Un proceso laboral plagado de algoritmos y errores
La IA no solo entrevista: también filtra currículums. Sistemas de seguimiento automatizados (ATS) ya deciden quién avanza y quién queda afuera antes de que un humano intervenga. ¿El problema? Los sesgos. Estudios de la Universidad de Washington revelaron que estos sistemas favorecen de forma desproporcionada a hombres blancos, mientras que casi siempre descartan a candidatos afroamericanos. En lugar de solucionar, la IA está perpetuando desigualdades.
La paradoja de la inteligencia artificial en el empleo
Tanto reclutadores como aspirantes usan IA. Algunos candidatos generan CVs personalizados con ayuda de ChatGPT o ensayan entrevistas con él. Pero mientras la tecnología se integra en todos los frentes, la sensación dominante es una: el proceso se ha vuelto aún más deshumanizante. La automatización, en lugar de acercar, parece haber levantado un muro entre personas y oportunidades.
Fuente: Xataka.