La historia de Hersh Goldberg-Polin, el estadounidense-israelí que se convirtió en símbolo del sufrimiento por los rehenes
El calvario de Hersh Goldberg-Polin, israelí-estadounidense de 23 años, había llegado a simbolizar el dolor y la agonía de los más de 100 rehenes que siguen retenidos en Gaza.
Su muerte, anunciada el domingo en un comunicado de la familia, ha desatado una nueva angustia y horror entre las familias de los rehenes, que temen que se esté acabando el tiempo para sus seres queridos secuestrados por Hamas, a medida que aumenta la presión sobre el gobierno israelí para que garantice un acuerdo de alto el fuego.
Goldberg-Polin, que se encontraba entre los cientos de jóvenes que asistieron el 7 de octubre al festival de música Nova, en el sur de Israel, se vio obligado a esconderse en un refugio antiaéreo con sus amigos cuando los militantes de Hamas lanzaron un ataque por sorpresa, matando a más de 1.200 personas y tomando unos 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
Cuando los militantes de Hamas comenzaron a lanzar granadas al búnker, Goldberg-Polin se apresuró a tirarlas fuera, antes de que le volaran el brazo desde el codo hacia abajo, según el relato de primera mano de su amigo. Cuando se calmó el tiroteo, hombres armados de Hamas se llevaron a Goldberg-Polin por la fuerza. Fue la última vez que su amigo lo vio.
La primera señal de vida de Goldberg-Polin llegó en abril, seis meses después de su captura.
Apareció en un video de rehenes difundido por Hamas, sin parte del brazo izquierdo y con el pelo corto. Hablando en hebreo, dijo que llevaba “aquí casi 200 días” y pidió a sus padres que se mantuvieran fuertes por él.