¡Como para que no se entusiasmen los hinchas triperos! La ambición y la búsqueda de una identidad del equipo de Marcelo Méndez, con presión y ganas de ganar, logró que el equipo sea absolutamente distintos al de hace un mes, con los mismos futbolistas. El diagnóstico de las primeras seis fechas ya será positivo y Gimnasia podrá, por fin, aspirar a algo más que a zafar de la pelea abajo. Ayer goleó 3-0 a Banfield, resultado que pudo ser más amplio de haber tenido mayor efectividad, puntería y de no existir el VAR. Los hinchas se fueron realmente muy felices con una gran actuación colectiva.
El Lobo arrancó el partido tratando de imponerse en la presión, con mucha movilidad de sus hombres de ataque aunque con escasa precisión en ese inicio del juego. Y si bien mostró toda su ambición, enfrente tuvo un rival como este Banfield de Falcioni que tiene inteligencia y mucho oficio. De hecho, hace poco más de un mes le arruinó la despedida a Leonardo Madelón.
La primera verdaderamente clara la tuvo el Taladro, con un cabezazo de Mateo Pérez que alcanzó a manotear Nelson Insfrán. En la contra, Benjamín Domínguez no tomó la mejor decisión en una acción que pedía centro, pero el extremo decidió buscar el primer caño de Barovero.
Como en los partidos anteriores, Domínguez fue la carta de desequilibrio del equipo tripero. Tanto desde el pelotazo largo como desde la combinación corta, el delantero fue una sensación de peligro permanente para el Taladro. Lesionado, Marcelo Barovero salió y le dejó su lugar a Facundo Sanguinetti, que en su primera acción le tapó un cabezazo de gol a Domínguez. Y en la siguiente, lo tuvo también Matías Abaldo pero su disparo salió desviado.
El festejo de los jugadores de Gimnasia con la conquista del primer gol, el de Castillo, que empezó a inclinar las acciones del partido / Fotobaires
También hubo llegadas de Rodrigo Castillo (la pelota le pegó en una mano y en caso de que hubiera definido adentro, el VAR seguramente lo hubiese anulado) y de Rodrigo Saravia, con un remate alto desde la puerta del área. El Tripero tuvo algunas dificultades para recuperar cerca de su área cuando la presión alta pudo ser superada por la visita.
En el final de la primera etapa, Sanguinetti atajó el remate de Abaldo en una contra y después un mano a mano contra Lucas Castro, que no pudo definir a un palo. En la anteúltima, Giménez casi queda solo y eligió dejarse caer, pero en la última el punta metió un cabezazo que pasó a centímetros del poste derecho. El conjunto tripero, más allá del final de la primera etapa, estuvo mucho más cerca del gol.
En el inicio del complemento, Banfield intentó bajarle el ritmo al partido, pero aún así Gimnasia llegó con un cabezazo de Pablo De Blasis tras una contra y con disparos de Domínguez y Castro que no llevaron demasiado peligro. El conjunto tripero impuso condiciones en el desarrollo del juego a pesar de las intenciones del equipo dirigido por Falcioni.
Otra buena jugada del tándem Pintado-Abaldo que se entienden de memoria terminó con otro centro del número 9 buscando a De Blasis que buscó el remate de aire que encontró bien parado a Sanguinetti más allá del rebote que dio.
En un error defensivo de la visita terminó con un buen centro atrás de Benjamín Domínguez, que dejó solo otra vez a De Blasis y un defensor alcanzó a rechazar cuando el arquero no tenía nada que hacer. Siguió la búsqueda del Lobo, que fue perseverante y otra jugada de los uruguayos de Defensor terminó con un centro de Abaldo para la definición de Rodrigo Castillo, que anticipó en el primer palo para marcar la ventaja 1 a 0.
El Lobo llegó al gol a falta de 15 minutos pero lo mereció antes de tiempo
El Lobo no se conformó, siguió buscando y Facundo Sanguinetti, que había sido la gran figura de la noche, tuvo una floja respuesta ante un remate de Lucas Castro que puso el 2 a 0. Y en una exhibición final de las ganas de este equipo, movieron la pelota de izquierda a derecha y tras el enésimo centro del uruguayo Pintado tras un exquisito pase de De Blasis. El cabezazo de Matías Abaldo puso el 3 a 0 antes de los 40 minutos del complemento.
Abaldo tuvo una contra más antes, con una pelota que se desvió antes de tocar el travesaño. Y casi en el final, de un remate de Benjamín Domínguez llegó el cuarto, pero el VAR le dijo que no por una posición adelantada que le quitó a Domínguez su merecido festejo. Fue una goleada impensada, con un aplanadora que hizo 3 goles en 15 minutos y pudieron ser más. Felipe Sánchez, Agustín Bolívar y David Zalazar entraron solamente para el aplauso para Cabral, Castro y Abaldo. Y ni hablar de las despedidas para Domínguez y Castillo cuando sin tiempo para nada entraron Eric Ramírez y Colmán.
Fue una gran victoria tripera. Una fiesta de los hinchas que se entusiasman cada vez más con este equipo invicto y ganador, que pasó por arriba a Banfield.