(CNN) — Tres jugadores de la principal liga de fútbol australiana han sido detenidos e imputados por una presunta estafa en apuestas, acusados de hacerse sacar deliberadamente tarjetas amarillas y regalar penaltis a instancias de un delincuente sudamericano.
Según la Policía de New South Wales, el año pasado un jugador de la A-League presuntamente recibió instrucciones del autor intelectual de la estafa y organizó las infracciones con sus compañeros de equipo en determinados partidos. La Policía aún no ha dado el nombre de los detenidos.
Al parecer, los jugadores de las categorías inferiores obtendrían 10.000 dólares australianos (US$ 6.666) por recibir tarjetas amarillas y conceder penaltis en determinados partidos con el fin de influir en los resultados, declaró este viernes en rueda de prensa el comisario adjunto de Policía Michael Fitzgerald.
Dijo que los presuntos delitos ocurrieron en noviembre y diciembre del año pasado, y añadió que “estos jugadores traicionaron la confianza de sus seguidores”.
Tres jugadores, de 27, 32 y 33 años, deberán comparecer ante el tribunal a finales de este mes y el mes que viene, acusados de “conducta que corrompe el resultado de las apuestas de un evento”.
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Las autoridades buscan interrogar a un cuarto jugador, que actualmente se encuentra fuera del estado, añadieron.
Los investigadores no han revelado el equipo de los jugadores, pero dijeron que están vinculados a un club del suroeste de Sydney. Tres de los 12 equipos de la liga tienen su sede en Sydney, pero sólo el Macarthur FC procede del suroeste de la ciudad.
El equipo Macarthur declaró en un comunicado: “El club está conmocionado y al corriente de las detenciones de tres jugadores de la A-League por parte de la Policía de New South Wales como resultado de la coordinación internacional de las fuerzas del orden centrada en la corrupción en las apuestas relacionada con la presunta manipulación de tarjetas amarillas en los partidos”.
Añadió que no podía hacer comentarios “por razones obvias y dada la investigación policial en curso”, pero que colaborará estrechamente con las autoridades en el asunto.
El comisario Peter Faux declaró que la Policía no ha encontrado indicios de que el jugador implicado haya sido amenazado. Tampoco ha encontrado pruebas de que jugadores de otros equipos pudieran haber sido cómplices.
Según Faux, las apuestas se realizaron en el extranjero, principalmente en Sudamérica, y no hay rastro de que procedan de Australia.
La liga declaró en un comunicado que estaba al corriente de las detenciones. “El trabajo para proteger la integridad de nuestro juego debe ser inquebrantable y estamos en estrecha colaboración con todos los organismos pertinentes sobre este asunto”, dijo.