Róisín Murphy, referente de la música disco, actuará en Madrid: “Ahora te pueden cancelar en cualquier momento”

No se puede entender la cultura disco sin Róisín Murphy (Arklow, Irlanda, 1973). Con más de 30 años de creación musical a sus espaldas, temas reproducidos en radios, clubes y hogares hasta la saciedad (Sing it back y The time is now, de su época en Moloko, cuando compartía proyecto con su novio, Mark Brydon), y la experimentación de sus discos en solitario, Murphy es imprescindible para descifrar lo contemporáneo. 

El próximo 4 de junio actuará en el festival ALMA Occident Madrid en el auditorio del parque Tierno Galván; la misma noche que Alison Goldfrapp, otro fenómeno synthpop. “Adoro Madrid. Cuando toco en España, tengo la sensación de que la gente me entiende y de que me quiere.

Como si fuera una diva. Va a ser un verano de conciertos increíbles, de gira con Goldfrapp, Grace Jones, Peaches, Gossip, New Order…”, nos cuenta por zoom desde su casa en Ibiza, donde vive desde hace años con su marido y sus dos hijos.

Su último álbum Hit Parade, uno de los mejores de su carrera, aparea sonidos disco, con soul, cosmic funk, house y techno. Un trabajo en colaboración con el productor alemán Dj Koze, que describe como “la persona con el oído más fino del planeta”, lanzado en el sello Ninja Tune.

“No pasamos mucho tiempo juntos en la misma habitación, casi todo lo compusimos a distancia y durante un periodo largo de tiempo. Si he aprendido algo de mis colaboraciones con productores –he trabajado con Matthew Herbert, Maurice Fulton o Eddie Stevens–, es a tener paciencia. Stefan ya me avisó: necesita estar inspirado para trabajar”. 

Optimismo, hedonismo, mezcla de culturas… Los valores de la comunidad disco y del club como lugar de reunión son el sello del sonido Róisín Murphy. Pero la artista confiesa que hace años que casi no sale. “Aún así, Róisín Machine, de 2020, fue mi disco más club. No se inspiraba ni se dirigía a las grandes discotecas contemporáneas. Lo compuse con Parrot, un amigo de Sheffield que hace años que no pincha y que casi no sale. Generamos una música para el tipo de club al que me gustaría ir. El tipo de club que ya no existe”. 

La experimentación de ayuda a innovar, porque abraza las nuevas tecnologías, al contrario del rock

Murphy acaba de publica el disco ‘Hit Parade’.
Nik Pate

De la cultura disco, a Murphy le engancha la experimentación. “Te empuja a innovar, porque abraza las nuevas tecnologías, al contrario del rock. Busca nuevas maneras de hacer bailar, es muy abierto”, afirma. La pista le da la razón. En los últimos años, hemos asistido a la descolonización del club: Latinoamérica, África y el Sureste asiático imponen nuevas direcciones.

“También me permite arriesgar, combinar varias emociones en una canción: mis letras te hacen sentir acompañado y solo, feliz y triste a la vez”. Desde sus inicios, ha empleado sus letras para reflexionar. No solo hablan de amor y muerte, también sobre la voluntad o el infinito. “Apunto ideas mientras leo. Eso me permite ahondar en temas desde distintos enfoques. Por ejemplo, en Overpowered hablé sobre el amor desde lo científico; mientras Free Will trata de la falta de control que tenemos en el amor desde lo filosófico”.

Una vez que tengo la ropa escogida, disfruto. Desde niña he sido material de mis exposiciones

Sus conciertos no defraudan. A la enigmática y entusiasta presencia escénica, une un vestuario extravagante. “Me encargo de todo. No tengo estilista. Es mucho trabajo, ¡pero no puedo evitarlo! Una vez que tengo la ropa escogida, disfruto. Desde niña, he sido material de mis exposiciones: algo que sigo haciendo con el vestuario, los videoclips, el diseño artístico…”. Nos revela detalles de su vestuario para el concierto en Madrid. “Es monocromático. No hay mucho color. Y victoriano: visto un sombrero de seda de hace cien años. Podrían detenerme por llevarlo: hay una ley británica que prohíbe que los no aristócratas luzcan este tipo de sombreros”.

La artista irlandesa tiene 50 años.
Nik Pate

El contenido de sus redes sociales conecta con el público: pruebas de vestuario, bromas, ensayos, risas, vacaciones… Es una estrella de TikTok e Instagram. “Me siento más a gusto en Instagram. He aprendido mucho desde que empecé a usarla. A veces me aburre, sobre todo cuando me obligan a promocionar conciertos. Mis amigos ya no comparten sus gustos, ni recomiendan libros ni películas. Antes me exponía, pero he dejado de hacerlo, todos hemos dejado de hacerlo porque te pueden cancelar en cualquier momento”.

En la gestión de su imagen, no todo ha sido un camino de rosas. Durante su carrera ha recibido el apoyo de la comunidad LGTBI+. Hasta que a finales de 2023, se posicionó en contra del consumo de bloqueadores hormonales en niños y fue acusada de transfóbica. Una polémica que torpedeó la campaña de su último disco, Hit Parade. “Recibí presiones para que cambiara de idea, de gente que se preocupa por mí, y de gente que se preocupa de sí misma. No quiero sonar como una víctima porque he mantenido el 95% de mis fans y cada día sumo nuevos seguidores. Además, he recibido mucho apoyo y amor. Algunas personas no comprenden por qué lo dije. Y está bien. Lo respeto”.

No le pesan los 50 años, pero no le ha alegrado demasiado cumplirlos este año. “Mis 40 han sido maravillosos, la mejor década, cada año iba a mejor. Han sido creativos y energéticos. Sorprende, porque estamos codificados para pensar que no será así. Me siento más en forma que nunca”. También le sorprende haber pasado 14 años junto a su marido. “Creo que el mejor regalo que me ha dado la vida ha sido construir esta relación”. 

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