Miraba Eduardo Miura a Ernest Urstasun como miran sus toros. Con seriedad frente a la sonrisa hipócrita del ministro en la entrega de la Medalla de las Bellas Artes, la última concedida a un representante del mundo taurino, pues en la última edición lo ha ignorado. O censurado. De «mala noticia» calificó el ganadero de Zarahiche la puntilla también al premio Nacional de Tauromaquia. «Estos están siempre pegando tiros contra los toros. Pero, hombre, ¿qué le vamos a hacer? Así llevamos 200 años casi», lamenta. «No me sorprende… Pero, ¿qué mas van a hacer? ¿Van a retirar todos los cuadros y las esculturas que hizo Picasso inspirados en los toros? Según ellos, los toros solo producen ‘sangre y dolor’, pero en realidad no saben qué la Fiesta de los toros inspiró a Picasso, a Goya y otros muchos grandes artistas. ¿Los quitamos de los museos también?», se pregunta Miura.
Todo el planeta taurino salió en tromba este viernes a defender la Fiesta tras la decisión ministerial de acabar con un galardón que creó en 2011 el presidente José Luis Rodríguez Zapatero para reconocer al sector. «Los ministros pasan, pero la tauromaquia queda», señala Victorino Martín, presidente de la Fundación del Toro de Lidia, en declaraciones a ABC. El ganadero de la A coronada calificó de «discriminación ideológica» la decisión de Urtasun, aunque ensalza con optimismo el momento que vive la tauromaquia: «Han intentado acabar con la Fiesta otras veces, como cuando intentaron cerrar plazas, que no fueran los jóvenes a las plazas… Pero los jóvenes han vuelto a los toros, se están recuperando las plazas… Y no van a poder con la tauromaquia». Y añade: «Cuando este ministro cese, vendrán otros que cambien las cosas. Ya se ha visto que autonomías como Castilla-La Mancha, que es socialista, ha proclamado que ellos van a dar un premio de tauromaquia. También Valencia y más comunicades. Urtasun ha conseguido un efecto contrario al que pretendía».
Antonio Bañuelos, presidente de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, criticó la «desafortunada» decisión de Urtasun. «Ya hizo anteriormente una campaña de destrucción de la tauromaquia desde Bruselas. El Ministerio tiene la obligación de defender sus industrias culturales, como es la tauromaquia, y eso es algo que no está haciendo un ministro que tiene la ocurrencia de decir que ‘las tradiciones cambian’, pero desafortunadamente para él ahora viene un mes de San Isidro donde durante treinta días se llena un recinto con 25.000 personas, eso es algo único en el mundo», revela. Y agrega una idea que el sector del toro no deja de repetir: «El ministro seguirá su camino y las tradiciones volverán a su sitio».
El también ganadero Juan Pedro Domecq habla de «falta de respeto». «Un ministro de Cultura no tiene que ideologizar la cultura y es lo que está haciendo. Dice poco de él. Al final la cultura es la riqueza de todo un país, e ideologizar eso me parece una barbaridad, me parece la anticultura y el antirrespeto. Y un ministro, que es ministro de todos los españoles, lo que tiene que hacer es respetar y no ideologizar, menos aún la cultura. Me parece una postura tremendamente desechable y no digno de un ministro».
El jurista Joaquín Moeckel va más allá: «Todo el mundo dice que es un ataque a la cultura, pero es mucho más grave, es un ataque a la legalidad. Usted está cometiendo una ilegalidad, señor ministro, porque la Ley 18/2013 que declara la tauromaquia patrimonio cultural español obliga a los poderes públicos a promocionar la Fiesta. Y no se promociona la Fiesta quitando un premio, por lo tanto choca frontalmente con la ley». Y aclara el letrado de los toreros: «No crearlo no está mal, eso es una opción, algo potestativo, y nadie está obligado a ello, pero eliminar el creado, lejos de fomentar la Fiesta, sería atacar un mandato. Y eso está prohibido. Esto no es cuestión de gustos».
Desde México, donde se encuentra cumpliendo con sus compromisos taurinos, Andrés Roca Rey, la máxima figura del momento, expresa su firme rechazo y anima a sus eguidores y a la sociedad en general a alzar la voz en defensa de la tauromaquia como parte integral de la cultura. « Amigos y seguidores, hoy nos enfrentamos a un momento crucial. Es una decisión que va más allá de un simple acto administrativo. Se trata de un mensaje claro: nos dicen qué debemos considerar cultura y qué no, limitando nuestra libertad y nuestra democracia. Nos podrán quitar un premio pero no la libertad. Si defender nuestra cultura y nuestras tradiciones se convierte en un acto de rebeldía, entonces, acepto ser un ‘Rebelde con Causa’. Este no es solo un desafío a una decisión política; es una llamada a defender la diversidad y la riqueza cultural que nos define como sociedad». Como fenómeno de masas entre la juventud, les lanza una clara misiva: «Jóvenes, es nuestro momento de cuestionar, de no aceptar que se nos impongan límites a nuestro entendimiento de cultura. La tauromaquia es Patrimonio Cultural de España, la tauromaquia es arte, es historia, es pasión. Es un legado que hemos defendido con orgullo y que hoy, necesita de nuestra voz y nuestra acción. Únanse a este movimiento ‘contracultural’. Demostremos que la cultura no se dicta, la cultura se vive y se siente. Hagamos de nuestra pasión un estandarte de libertad y un símbolo de resistencia. Es hora de rebelarnos contra las imposiciones y la censura y celebrar nuestra identidad con más fuerza que nunca».
En pie de guerra todo el toreo. El sevillano Pablo Aguado lamenta la «visión sesgada» de Urtasun: «La supresión del premio Nacional de Tauromaquia refleja una visión sesgada y limitada de lo que constituye la cultura. La tauromaquia, lejos de ser una mera expresión artística, es una manifestación cultural arraigada e identitaria. Sin embargo, esta decisión no nos sorprende, ya que lamentablemente refleja una tendencia creciente de marginación y desprecio hacia la tauromaquia por parte de ciertos sectores políticos. Convendría recordarle al señor Ernest Urtasun que la tauromaquia está reconocida como Patrimonio Histórico Artístico y como Bien de Interés Cultural, y su cometido es la promoción y difusión».
El torero revelación de la pasada temporada, Borja Jiménez, defiende así la Fiesta: «El toreo es cultura. Por lo cual no sólo están atacando al toreo, están atacando a la cultura de España».
Desde la patronal taurina, Anoet, consideran que «se trata de una decisión claramente injusta, apoyada únicamente en motivos ideológicos y con tintes claramente dictatoriales. Del mismo modo, rechaza enérgicamente el falso argumento de que la Tauromaquia no tiene apoyo social en el que el Gobierno se fundamenta para suprimir este Premio. Los toros gozan de mejor salud que nunca y tienen un importante respaldo social que notamos en nuestras plazas.
El productor francés Simón Casas, empresario de Las Ventas y de Nimes, entre otras plazas, habla de «incoherencia» por parte del Ministerio: «Cuando este señor aceptó el cargo de ministro de Cultura, sabía que la tauromaquia formaba parte de su ministerio. Los toros pasaron a Cultura con Zapatero. Es una incoherencia que un político acepte un cargo ministerial cuando se ha declarado abiertamente antitaurino. Cuando se acepta un cargo, se acepta con todas sus consecuencias. Tampoco se entiende que el Gobierno se lo ofreciera, sabiendo su postura. Es un sinsentido total que desemboca en la eliminación del premio Nacional de Tauromaquia, lo que es una ofensa para los millones de aficionados del mundo, porque la tauromaquia es una cultura española que se ha exportado con gloria a muchos países, entre ellos Francia, que es mi país, y como aficionado me siento humillado».
En un comunicado conjunto, las organizaciones más importantes de la Tauromaquia (Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, Unión de Toreros, Asociación Nacional de Organizaciones de Espectáculos Taurinos (Anoet), Fundación del Toro de Lidia, y Alianza Rural junto con el mundo rural exigen la dimisión del ministro de Cultura por su «nuevo ejercicio de censura»..