El coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez le dijo al Presidente Juan Bosch, que podía apresar a los generales que conspiraban contra su gobierno democrático.
Empero, Bosch prefirió ignorar la sugerencia de Fernández Dominguez, porque consideraba que ello provocaría una guerra civil cuyas consecuencias eran impredecibles.
No obstante, la guerra civil que se produjo dos años después del golpe militar no pudo evitarse, dada la efervescencia politica como reacción al golpe militar en cuestión.
Al respecto, Bosch sabía que la guerra civil implicaba un baño de sangre y dividiría más a los dominicanos. Es que las guerras civiles constituyen un agravamiento de la lucha política, en la cual la violencia es su característica principal..
Asimismo, el golpe de estado de 1963 no significaba que había una unidad monolítica en las FF.AA. Por eso, lo planteado por Fernández Dominguez a Bosch, evidenciaba la división en el seno del aparato militar de RD.
Y aunque la matanza de los heroicos guerrilleros del 1J4, encabezados por Manolo Tavárez, daba la impresión de que los militares dominicanos eran todos trogloditas, la verdad es que existían muchos uniformados que rechazaban a los propiciadores del golpe al régimen democrático y la represión dictatorial del llamado Triunvirato, surgido del golpismo autoritario.
Así las cosas, la situación política en nuestro sufrido país estaba al rojo vivo, y solo era menester «una chispa» que encendiera la pradera del levantamiento popular.
En ese sentido, la Guerra de Abril de 1965 fue consecuencia directa del funesto golpe de estado que interrumpió el ensayo democrático inmediatamente posterior a la caída de la tiranía trujilllsta.
En resumidas cuentas, la alianza civico-militar nacida de la insurrección popular, caracterizaría el extraordinario acontecimiento histórico que tuvo como punto de partida el 24 de abril de 1965 en nuestro país.
jpm-am
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