Relanzan el dólar agro: tras las exigencias del FMI

Kristalina Georgieva, directora del FMI, junto al ministro Sergio Massa

Un día después de las duras exigencias (desde el sugestivo pedido de una devaluación, pasando por la unificación cambiaria a la eliminación gradual del cepo) que el Fondo Monetario Internacional (FMI) hiciera a la Argentina, trascendió ayer que el Gobierno relanzará el dólar agro con una cotización más alta para este sector en pos de estimular las exportaciones y fortalecer las alicaídas reservas del Banco Central. El paquete de medidas (que se anunciará hoy) incluirá un nuevo impuesto a las importaciones y el cumplimiento de la meta fiscal con el Fondo en torno al 2% del PBI, 0,1 puntos más que la del acuerdo original.

En medio de la escalada del dólar y mientras se demora el cierre de las negociaciones con el organismo crediticio, la intención oficial es enviar una doble señal sobre la intención de acumular reservas y mantener cierto orden fiscal: tanto hacia el mercado como al FMI, que ayer, a través de un vocero, difundió un escueto comunicado.

“Nuestros equipos continúan trabajando constructivamente, en persona, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa de Argentina respaldado por el Fondo. Las discusiones continúan enfocadas en las políticas para fortalecer las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal. Continuaremos comunicando sobre el progreso de estas discusiones”, dijo el portavoz del organismo que conduce Kristalina Goergieva.

Mientras, en el ministerio de Economía confirmaron que habrá un nuevo valor para el denominado dólar agro destinado a las economías regionales, el girasol, el sorgo y la cebada. También se sumaría el maíz. “Serían US$2000 millones al 31 de julio”, informaron en Hacienda. No se informó el valor que tendrá esa cotización diferencial. El actual es de $300 hasta el 31 de agosto y en el mercado estiman que ese precio podría estar entre $340 y $350.

El objetivo del equipo económico es sumar la mayor cantidad de divisas posible al Banco Central, ante una caída que (solo en julio) llega a los USD 1.136 millones. El dólar agro también permitiría sumar más impuestos vía retenciones, una variable que se desplomó por el impacto que la histórica sequía tuvo este año.

Para aumentar las reservas, el menú de medidas del Gobierno incluye además un encarecimiento de las importaciones de algunos sectores, que hoy se realizan a dólar oficial. Esto será a través de una suerte de nuevo impuesto PAIS, que hoy se aplica a los consumos en dólares, pero solo para los productos y servicios que se pagan al exterior.

Tampoco se conoce, por el momento, el porcentaje del nuevo tributo (el PAIS, en su concepción original, era de un 30% para la compra de divisas o consumos dolarizados). Pero, según se supo, para la importación de bienes suntuarios incluiría una alícuota de dos dígitos, mientras que bienes intermedios tendrían un recargo tributario de un dígito. Los números finos, no obstante, todavía están en etapa de revisión y son discutidos con el Fondo Monetario.

En tanto que otras importaciones, como aquellas ligadas a la producción de bienes que formen parte de la canasta básica y a la producción de energía, no tendrán ningún recargo extra y seguirían con el dólar a valor oficial.

El encarecimiento de las importaciones persigue un doble objetivo. Por un lado, que las desalentar las compras al exterior favoreciendo a la producción nacional y que el Central no tenga que desprenderse de parte de sus reservas con un tipo de cambio que el mercado y el FMI consideran como muy atrasado. Por otro lado, y al igual que con las retenciones, se busca reforzar la recaudación fiscal tras el desplome que produjo la sequía.

El paquete de medidas incluirá el cumplimiento de la meta fiscal en torno al 2 por ciento

EVALUACIÓN Y CEPO

Las medidas que prepara el Gobierno se conocieron un día después del duro informe que difundió el FMI en medio de la renegociación por la deuda argentina. Allí, el organismo multilateral indicó que el tipo de cambio real ideal para el país, en 2022, debería haber sido entre un 15% y un 20% mayor, e instó a avanzar hacia un “régimen cambiario simplificado”. También propuso la eliminación gradual y con condiciones del cepo.

El equipo económico está actualmente en Washington negociando con el staff técnico la quinta revisión del programa con la Argentina. Pese a las demoras, en el Gobierno esperan cerrar el acuerdo antes de las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias del 13 de agosto.

En tanto que Sergio Massa, que el miércoles mantuvo un contacto telefónico con Georgieva, podría viajar también a Washington si las discusiones llegan a buen puerto.

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