VIDEO. Un golpe desincronizado: qué se sabe del ataque al banco de La Plata, del que huyeron sin nada

Demasiada parafernalia para tan poca efectividad. Parecía una película. Cuatro hombres con chalecos antibala y ametralladoras coparon ayer la sucursal del Banco Provincia de 1 y 67. Eran las 10 de la mañana y algo más. Sin embargo, en un puñado de minutos, la superbanda abandonó el edificio con las manos vacías.

¿Qué pasó para que los delincuentes decidieran correr tantos riesgos y enseguida recular sin intentar llevarse nada? Ese es el gran misterio del caso y lo que se está tratando de determinar.

Se cree que la presencia en el sector de los cajeros automáticos de cuatro agentes de la UTOI La Matanza, que acaban de terminar el servicio, pudo ser una razón, ya que los asaltantes no tenían en planes protagonizar un enfrentamiento armado.

Otra hipótesis apunta al policía que estaba dentro de la garita blindada, quien, apenas divisó la maniobra, se encerró en el habitáculo y llamó al 911.

Al verlo, los ladrones sabían que tenían muy poco tiempo y, para colmo de males, el tesoro estaba cerrado.

Si bien llevaron al responsable de la entidad hasta la caja fuerte, el hombre les explicó que no había forma de proceder a su apertura manual.

“Se abre automáticamente”, les informó para su sorpresa.

En ese instante, fue que definieron la retirada. Todo esto con varias personas tiradas en el piso dentro del banco, muertas de miedo, ya que uno de los delincuentes se encargó de hacer entrar a cuanto cliente andaba cerca de la puerta de acceso.

Muchos pesquisas se preguntan cómo esta banda, que se supone profesional, por el armamento pesado que poseía, pudo cometer semejante error, dirían de principiantes, que fue no calcular el horario de apertura del cofre de seguridad.

Que estuviese el banco abierto, no implica que el dinero que se guarda en el tesoro este disponible. Y mucho menos para un grupo de facinerosos.

Golpe al banco y fuga con las manos vacías

En inmediaciones de la sucursal bancaria, los ladrones dejaron un Chevrolet Ónix de color blanco, con el que fugaron a toda velocidad.

Según las imágenes de las cámaras internas, para salir del edificio, los delincuentes usaron a una mujer de escudo humano. Era su salvoconducto de que nadie les iba a disparar.

Por suerte, antes de meterse en el rodado, la liberaron sana y salva.

Pocos minutos después, la noticia del incendio de dos autos en 8 y 68 se llevó toda la atención de los móviles que recorrían la zona.

Sin embargo, el coche de la banda no estaba en la escena del foco ígneo.

¿El fuego lo provocaron los asaltantes para despistar y ganar espacio para la huida? Por ahora nadie lo puede certificar ni descartar. Por eso se analizan los domos del barrio para ver si alguno arroja elementos de interés para la causa, en la que tomó intervención la fiscal María Eugenia Di Lorenzo.

Finalmente, el Ónix apareció no muy lejos del banco, en el barrio El Mondongo.

Lo ubicaron en las calles 64 y 121, lugar que se llenó de peritos en rastros.

Según una versión que comenzó a circular con fuerza a última hora de ayer, en el golpe fallido podría estar involucrado un grupo delictivo de Ringuelet, con antecedentes pesados.

Se trata de una organización especializada en entraderas y otros hechos de envergadura. Y que además participó de varios enfrentamientos hasta con fusiles de asalto livianos (FAL).

Hace tiempo que no se registraba un episodio de estas características en la Ciudad. De ahí el revuelo que generó. Incluso provocó una amplia cobertura de los medios nacionales.

Se trató de una muestra cabal de la inseguridad que atraviesa a La Plata, con robos por todos lados y bajo diferentes expresiones o modalidades.

En la investigación, al margen del personal de la comisaría de la jurisdicción (novena), también participan varias comitivas de la DDI local.

Igualmente, al cierre de esta edición, de los delincuentes no había señales.

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