Enciende todas las alarmas el arsenal de armas destinadas a Haití confiscado por la Dirección de Aduanas en el puerto de Haina en un contenedor procedente de Miami.
Durante una inspección las autoridades dijeron que encontraron 18 cargadores de fusil, 13 de 9 milímetros, uno para fusil calibre 50 , un silenciador y una caja de pistolas. En la requisa también se hallaron 23 armas de fuego.
Es obvio que las armas y municiones eran para las pandillas que tienen a la nación sumida en la incertidumbre a causa de sus actos de violencia. Tras la declaración de las pandillas como grupos terroristas las autoridades tienen que redoblar más la seguridad interna, incluyendo acciones para reducir al mínimo el tránsito de armas a la vecina nación.
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El líder pandillero Jimmie Cherizier (Barbecue) ha amenazado con incrementar su lucha contra el gobierno haitiano tras salir de un atentado con drones explosivos. Aunque Barbecue dijo que los pandilleros tienen muchos amigos y saben dónde adquirir las armas que pueden necesitar es difícil que ninguna empresa pueda suplírselas de manera legal por las consecuencias a que se expondría.
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El contrabando resulta entonces la alternativa más viable para los pandilleros abastecerse de artefactos bélicos. Si bien los pertrechos incautados en Haina son un duro golpe, las autoridades saben que tienen que estar alertas frente al trasiego de armas ilegales desde Estados Unidos y cualquier otro país de la región para las pandillas haitianas.
