
Todo viene bien cuando se quiere mejorar los servicios que se brindan a la población. El fin útil del poder es servir y cuando no se hace pierde sentido para la sociedad que padece las dificultades.
Creemos que las medidas que se implementarán desde el Gobierno para aliviar los enormes problemas del tránsito han de ser asumidas como acciones que buscan la mejoría para los usuarios y para quienes se movilizan por las calles de las ciudades.
Se asume que han sido bien estudiadas y ponderadas desde el Intrant, responsable de su coordinación. Los cambios de horarios son razonables, y así funcionan en otras naciones. Igual que las medidas que organicen el tránsito.
Pero, sin olvidar la aplicación de la ley.