
El líder de la facción principal que domina la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) La Plata, Iván Tobar, está más cerca de recuperar la libertad. La Justicia le concedió la libertad en la causa de la batalla a tiros ocurrida este año en el Hospital San Roque de Gonnet, aunque por ahora seguirá tras las rejas en el caso del video y las amenazas.
En mayo pasado, la defensa de los siete detenidos por el violento enfrentamiento entre barras en el Hospital, apeló la prisión preventiva dictada el miércoles por el juez de Garantías Eduardo Silva Pelossi. Están acusados por tentativa de homicidio agravada en el marco de la feroz interna de la seccional platense de la Uocra.
Como se ha ido publicando, los imputados pertenecen a la Agrupación Blanca y Azul, liderada por Tobar, cuya facción gremial está señalada como la responsable del enfrentamiento contra los sectores rivales, tanto en la vía pública como dentro del centro de salud platense.
En las últimas horas, la Sala IV de la Cámara de Apelaciones de La Plata dictaminó la revocación para Iván Tobar, no así para el resto de los imputados.
En la solicitud, la defensa buscó desacreditar el rol atribuido a Tobar como instigador del ataque, planteando que su liderazgo dentro de la agrupación no basta para considerarlo el organizador de la agresión. La Fiscalía, por su parte, había presentado registros audiovisuales y testimonios que ubican al dirigente en distintos momentos clave del recorrido de la caravana de agresores, elementos que fueron incorporados como prueba para justificar su responsabilidad.
La barbarie del hospital de Gonnet
El episodio se originó el pasado 25 de marzo cuando miembros de la barra brava de Gimnasia acudieron al Hospital de Gonnet para visitar a Fernando Sacconi, herido previamente en un presunto ataque en la ciudad de La Plata. Poco después, otro grupo vinculado a la barra de Estudiantes e identificado con la Agrupación Blanca y Azul ingresó al lugar y se desató un enfrentamiento armado.
El enfrentamiento dejó varios heridos y generó pánico entre pacientes y personal médico del hospital, que debieron resguardarse ante el uso de armas de fuego, cuchillos y golpes. El herido más grave fue Cristian Camilleri, líder de la hinchada de Gimnasia.
La Fiscalía sostiene que los agresores actuaron bajo una lógica planificada, con funciones asignadas y un objetivo homicida. “Los elementos probatorios reunidos permiten tener por acreditada prima facie la existencia del hecho, su calificación legal, y la participación de los imputados”, sostuvo el fiscal Petit Bosnic, cuyo dictamen fue respaldado por el juez.