
En 2019, Mario Vargas Llosa dijo en Córdoba (Argentina) que el siguiente Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) sería en Arequipa (Perú), la ciudad que lo vio nacer: aún no estaba aprobada la propuesta, pero pronunciando su deseo en público hizo que se cumpliera, … como solo lo consiguen los grandes. Ahora, seis años después de aquello, y tras muchos avatares quizás novelescos, que incluyen un golpe de Estado fallido y la muerte del Nobel, el CILE llegará a Arequipa. Se celebrará allí del 14 al 17 de octubre, y dedicará una sesión plenaria a homenajear al autor de ‘Conversación en La catedral’, que tenía la ilusión de asistir…
Como siempre, la fiesta la organizan el Instituto Cervantes, la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), y el Rey presidirá la sesión inaugural, que se ha movido al día 15 de octubre por motivos de agenda. El lema de este décimo CILE resume los temas a tratar, y su ambición: «Grandes desafíos de la lengua española: mestizaje e interculturalidad, lenguaje claro y accesible, culturas digitales e inteligencia artificial».
Luis García Montero, director del Cervantes, recordó durante la presentación del CILE que los organizadores del mismo suelen evitar las capitales y prefieren elegir ciudades históricamente significativas. En este caso, Arequipa es el lugar perfecto, dicen, para reflexionar sobre el mestizaje y la interculturalidad, para pensar el español como lengua de integración y puente intercultural y para señalar los encuentros y transferencias que se han producido entre esta y las lenguas originarias americanas. Es un asunto que ya se había tratado en el anterior CILE, que se celebró en Cádiz en 2023.
¿Por qué? Porque el CILE de 2023 se iba a celebrar originalmente en Arequipa, y así se pensó. Pero el golpe de Estado fallido del expresidente Pedro Castillo en diciembre de 2022 obligó a mover la sede. A este hecho, García Montero se refirió como «distintas situaciones» y Santiago Muñoz Machado, director de la RAE, como «razones diversas». También se sumó al eufemismo y al regate Carlos Chávez, presidente de la comisión organizadora del CILE, que habló de «conocidas circunstancias»…
Muñoz Machado explicó las líneas generales del programa del CILE, que aún no es público. Se dividirá en tres secciones. La primera está dedicada al mestizaje, pero también habrá sitió ahí para analizar la situación actual del español en Estados Unidos y para relfexionar sobre la convivencia de lenguas y culturas en la comunidad iberoamericana.
La segunda sección está dedicada a uno de los temas predilectos de la RAE en estos últimos años, y al que Muñoz Machado ha dedicado un libro: el lenguaje claro y accesible, o sea, el derecho a entender de los ciudadanos, un derecho fundamental sin el cual no se pueden ejercer los demás. Habrá paneles en esa sección dedicados a cómo la IA puede ayudar al lenguaje claro.
La última sección, precisamente, está dedicada a los retos y oportunidades que nos brinda la IA. Se hablará de TeresIA, el proyecto de IA del Cervantes, y de LEIA, el de la RAE.
«Nuestro reto es hablar todos la misma lengua», sentenció Muñoz Machado. Es uno de los objetivos centrales de su mandato en la RAE: evitar que la proliferación de inteligencias artificiales no destruya la unidad del español. Y Luis García Montero repitió otra de sus obsesiones, tan repetidas desde que llegó al Cervantes: la de la riqueza en la diversidad.