Un misterio enterrado bajo el mar: el descubrimiento que podría reescribir la historia antigua de Europa
Lo que parecía una simple exploración submarina terminó revelando uno de los descubrimientos arqueológicos más sorprendentes de los últimos años. En la costa croata, un equipo de científicos encontró vestigios de una civilización neolítica que incluyen una ruta cuidadosamente construida y restos de una ciudad sumergida. Este hallazgo, que desafía las teorías actuales sobre la vida antigua en Europa, promete abrir nuevas puertas en el estudio del pasado humano.
Un camino oculto durante milenios
En las profundidades del mar Adriático, frente a la costa de Croacia, arqueólogos identificaron una vía de piedra que data de hace 7000 años. Esta ruta, sepultada durante siglos bajo capas de lodo marino, conectaba dos puntos clave: la isla de Korčula, en el sur, y la zona de Soline, al norte.
Según Igor Borzić, director del proyecto e investigador de la Universidad de Zadar, este camino pudo haber sido utilizado durante generaciones por comunidades neolíticas para desplazarse de forma directa por la costa sin necesidad de desvíos. La existencia de múltiples islas en la región ayudó a preservar la estructura al protegerla de las corrientes y tormentas del mar abierto.
La investigación cuenta con el respaldo de un equipo multidisciplinario compuesto por expertos de museos locales, universidades y buzos profesionales, quienes documentaron meticulosamente el estado y extensión del hallazgo.

Rastros de una ciudad perdida
Junto al antiguo camino de piedra, los arqueólogos también encontraron lo que parecen ser restos de una ciudad sumergida, construida por la cultura Hvar. Esta civilización, activa durante el Neolítico, dejó evidencia de su presencia a través de herramientas cotidianas como hachas de piedra, cuchillas afiladas y fragmentos de molinos.
La ruta en sí mide aproximadamente cuatro metros de ancho y está conformada por piedras apiladas con precisión, lo que evidencia una notable capacidad de planificación y conocimiento técnico por parte de sus constructores. Según el doctor Mate Parica, también de la Universidad de Zadar, la construcción sugiere un alto grado de organización social y cooperación comunitaria.
Pero eso no es todo. A una profundidad similar a la de Soline, en la zona de Gradina, se descubrió un segundo asentamiento que podría pertenecer a la misma red habitacional de la era neolítica, lo cual ampliaría aún más la magnitud del hallazgo.

Una mirada al pasado desde el fondo del mar
Los nuevos descubrimientos ofrecen valiosas pistas sobre cómo vivían, se desplazaban y se organizaban estas antiguas comunidades del Adriático. Además, permiten establecer conexiones más precisas entre diferentes culturas que habitaron la región hace miles de años.
Este tipo de hallazgos no solo alimenta la curiosidad de los científicos, sino que también abre interrogantes sobre cuánto queda por descubrir bajo la superficie del mar. ¿Cuántas otras rutas, ciudades o vestigios de antiguas civilizaciones esperan aún ser encontrados?
La investigación continúa, y con cada nueva inmersión los arqueólogos se acercan un poco más a reconstruir los secretos sumergidos que aún guarda el pasado de Europa.
[Fuente: MSN-El Cronista]