¿Apenas si duermes, pero te sientes bien? Dale las gracias a tus genes

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Hay gente con suerte genética. En un estudio reciente los científicos afirman haber hallado una mutación que permite que la persona duerma naturalmente menos horas por noche, sin sufrir efectos negativos en su salud.

El trabajo de investigación se llevó a cabo en China y se publicó en Proceedings of the National Academy of Sciences. Encontraron la mutación en una mujer sana de 70 años que vivió toda su vida durmiendo muy poco. El hallazgo podría alguna vez ayudarnos a entender cómo tratar mejor los desórdenes del sueño que afectan al resto de la humanidad.

La mayoría de las personas necesitamos entre siete y nueve horas de sueño cada noche para gozar de buena salud. Pero hay gente que naturalmente duerme poco y que puede descansar entre cuatro y seis horas por noche sin tener síntomas de privación de sueño (no hay que confundirlo con el tercio de la población que duerme menos de siete horas por noche y sufre por ello). Los estudios han hallado que estas personas suelen tener mutaciones genéticas particulares. 

Hasta ahora, los científicos encontraron mutaciones en cuatro genes diferentes (DEC2, NPSR1, GRM1, y ADRB1) vinculados con el sueño naturalmente escaso. Pero los investigadores de este nuevo estudio han encontrado otro más: el gen kinasa 3 o SIK3, que recibe su nombre por la proteína que produce. El SIK3 es una proteína cinasa o quinasa, un tipo de enzima. Se cree que tiene un rol en nuestro metabolismo pero los estudios anteriores (mayormente en ratones) sugieren que también influye en la duración del sueño.

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La voluntaria del estudio

El equipo analizó los patrones de sueño y el ADN de la voluntaria. Aunque informó que por lo general solo necesita dormir tres horas cada noche, los registros de la actigrafía (movimiento nocturno que suele captarse mediante un reloj de pulsera) encontraron que como promedio dormía unas 6,3 horas cada noche. La exploración genética también identificó una mutación particular en el gen SIK3 – llamada N783Y – que parecía explicar por qué naturalmente duerme poco.

Para confirmar este descubrimiento, introdujeron la misma mutación en ratones y hallaron que también dormían menos que los demás. La mutación parece inhibir la capacidad del SIK3 de transferir determinadas moléculas a otras proteínas, en particular las que son importantes para la sinapsis, conexiones entre neuronas.

“Estos hallazgos subrayan la función conservada del SIK3 como gen crítico en la regulación del sueño en humanos”, escribieron los autores del estudio.

Es probable que solo el 1% de la población mundial necesite dormir poco de manera natural. Pero lo que se aprende al hallar su don genético tan particular podría ayudar a los científicos a encontrar nuevas drogas para tratar los desórdenes del sueño. Los investigadores de este estudio ya encontraron alguna evidencia de que hay cinasas similares al SIK3 que también participan de la regulación y duración del sueño.

“Estos hallazgos sirven para entender la influencia genética del sueño, destacan las implicancias generales de la actividad de la cinasa en la regulación del sueño en distintas especies, y brindan más respaldo para las potenciales estrategias terapéuticas que mejoren la eficiencia del sueño”, afirmaron.

En todo caso, esperamos que la ciencia también descubra la razón genética por la que nuestras mascotas nos despiertan a las 6 de la mañana, llueva o truene, a pesar de que saben que faltan horas para el desayuno.

 

Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.

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