
Vecinos trancaron el paso entre las calles El Taller y El Progreso para evitar que empeoren las condiciones de la vía / Foto: Cortesía
Basura regada, aguas servidas derramadas, mal olor y el pavimento notablemente deteriorado son algunas de las características que luce en la actualidad la calle Freites de Barcelona.
Según personas consultadas, ese tramo entre la avenida Cajigal y la calle El Taller, lleva años de mal en peor, a tal punto de que los vecinos decidieron trancar el paso vehicular, a pocos metros de la intersección con la calle El Progreso, para evitar que el ya grave deterioro se profundice.
Además de todo lo mencionado, esta vía, casi en desuso, suele colapsar cuando llueve, lo que dificulta las posibilidades de entrada y salida de quienes habita por allí.
Rafael Balza, quien habitualmente estaciona su vehículo en la calle Freites mientras espera su turno de cargar pasajeros hacia la vía de Naricual, considera un peligro la constante presencia de cloacas en esa vía pública. Sobre todo porque justo a un lado se encuentra la Unidad Educativa Anzoátegui, por lo cual la salud de esos niños puede estar en riesgo.
“Esta calle tiene años descuidada. Ya perdimos la cuenta, pero lleva mucho tiempo con las aguas servidas ahí, a flor de piel, suponemos que por problemas de drenaje. Pero combinado con la basura, hacen una mezcla putrefacta”, señaló.
Carlos Pino, compañero de Balza que también suele estacionar su carro en esta vía, recordó que hace años muchos de los transportistas que cargan desde la plaza San Felipe y sus alrededores transitaban con regularidad por la calle Freites. Sin embargo, afirmó que esa práctica la fueron dejando atrás por el deterioro y los obstáculos colocados por los vecinos.
A juicio de ambos, las autoridades locales deben tomar en cuenta la reparación integral de este tramo, pues además de ser estratégico para ellos, tiene la escuela a un lado y da con la parte trasera de un centro de salud privado.
Barcelona / Javier A. Guaipo