Ozempic se ha convertido en un nombre familiar en el mundo del adelgazamiento. Su éxito parece imparable, pero cada vez más voces alertan sobre efectos adversos poco conocidos. Aunque promete resultados notables, este medicamento también deja huellas visibles e invisibles en el cuerpo. ¿Qué tan seguros son estos tratamientos que prometen transformar el cuerpo en tiempo récord?

¿Qué es la semaglutida y por qué genera tanta atención?
Ozempic y Wegovy deben su popularidad a la semaglutida, una molécula que imita la acción de una hormona natural (GLP-1) responsable de estimular la producción de insulina. Aunque fueron diseñados para tratar la diabetes tipo 2, su uso se disparó al descubrirse su eficacia para perder peso. La semaglutida no solo reduce el apetito, también ralentiza la digestión y genera una sensación prolongada de saciedad, lo que disminuye considerablemente la ingesta calórica diaria.
La combinación de este medicamento con dieta y ejercicio ha demostrado resultados impresionantes. Sin embargo, no todo es tan simple. Detrás del entusiasmo creciente, se esconde un aumento significativo de efectos adversos que no deben ser ignorados.
Emergencias médicas y efectos adversos: ¿cuánto riesgo existe?
Entre 2022 y 2023, más de 24.000 personas en Estados Unidos acudieron a emergencias tras consumir medicamentos con semaglutida. El 73% eran mujeres y en la mayoría de los casos este era el único fármaco utilizado. Las complicaciones más frecuentes incluyeron náuseas intensas, diarrea, dolor abdominal y, en casos graves, hospitalización.
También se han documentado episodios de hipoglucemia, una caída peligrosa del nivel de azúcar en sangre. Aunque estos eventos solo afectan a 4 de cada 1000 usuarios, los expertos advierten que los médicos deben alertar sobre estos efectos y ajustar las dosis con cuidado.
Es fundamental entender que muchos de estos síntomas no son meros efectos secundarios, sino reacciones esperables derivadas del modo en que actúa el medicamento.
El fenómeno de la “boca Ozempic” y otras transformaciones visibles
Además de los malestares físicos, algunos efectos se reflejan en la apariencia. Muchos pacientes han reportado cambios notorios como labios agrietados, piel flácida y un envejecimiento visible del rostro. Estos síntomas han dado lugar a términos populares como “cara Ozempic” o “pies Ozempic”.
La explicación está en la pérdida rápida del tejido graso subcutáneo, que afecta no solo el abdomen, sino todo el cuerpo. Cuando la grasa desaparece, la piel pierde su sostén natural y aparece la flacidez, especialmente evidente en la cara, brazos, rodillas y pies. Esto genera un aspecto demacrado que puede impactar psicológicamente a quienes buscan mejorar su imagen.
Soluciones estéticas y nuevos desafíos
Frente a estos efectos visibles, algunas clínicas han comenzado a ofrecer “tratamientos Ozempic”, que incluyen rellenos dérmicos o lifting faciales para restaurar el volumen perdido. No obstante, estas intervenciones también conllevan sus propios riesgos y costos, y no siempre solucionan el problema de fondo.
El caso de Ozempic deja una lección clara: ningún atajo para bajar de peso está exento de consecuencias. Informarse, consultar con profesionales y evaluar riesgos es tan importante como perseguir resultados visibles.
Fuente: National Geographic.