
El espacio puede ser un lugar que no perdona. La semana pasada un alunizador patinó en la superficie de la luna y acabó en un oscuro y frío cráter, poniendo fin a su misión antes de que comenzara. Ahora, la compañía aeroespacial de Houston Intuitive Machines revela detalles de los últimos momentos de su alunizador Athena, e informa que la nave espacial inesperadamente dio un último suspiro antes de acabar como chatarra.
El Athena tocó suelo lunar el jueves 6 de marzo después de haber viajado hacia la luna durante una semana. El alunizador terminó de costado en un cráter poco profundo, en la región de Mons Mouton a unos 250 metros del lugar donde debía alunizar. A menos de un día de haber llegado, se declaró la muerte del Athena. Pero ahora el CEO de Intuitive Machines, Steve Altemus, reveló que el alunizador de la compañía no llegó muerto a la luna y que la misión continuó hasta antes de su prematuro deceso.
Intuitive Machines también publicó una imagen de 360 grados del descenso del Athena, que se compuso utilizando las cuatro cámaras de a bordo del alunizador.
Mientras descendía hacia la luna el altímetro del Athena falló, y el alunizador no podía medir la distancia hasta el suelo lunar. Como resultado, el alunizador chocó con una planicie, se tumbó, y patinó por la superficie hasta acabar en un pequeño cráter, según Ars Technica. Mientras se deslizaba por el rugoso terreno del polo sur de la luna, el alunizador levantó polvo de la superficie, y parte de ese polvo se depositó en sus paneles solares. Además de que el alunizador quedó de lado, el polvo significó que había pocas probabilidades de que el Athena pudiese usar los paneles solares para generar energía.
Hasta la última gota
El alunizador llevaba herramientas e instrumentos de la NASA como parte del programa de Servicios de Carga Comercial Lunar (CLPS) de esa agencia espacial. Inmediatamente después de que el alunizador tocara el suelo, el equipo aceleró las operaciones de su carga, transmitiendo datos muy valiosos antes de que se agotaran las baterías del Athena, según Altemus. “En tan solo 12 horas de operaciones en la superficie recogimos datos extraordinariamente valiosos para nuestros clientes”, declaró.
Este es el segundo viaje de Intuitive Machines a la luna, y la segunda vez que un alunizador de la compañía acaba en posición desafortunada. Habían lanzado su primer alunizador, el Odysseus, en febrero de 2024. El Odysseus logró llegar a la superficie lunar pero su alunizaje no fue suave. Aparentemente una de las patas del alunizador se enganchó durante el descenso, por lo que se tumbó de lado y acabó en posición horizontal sobre una roca. La misión logró operar en la superficie lunar durante siete días, y así Intuitive Machines se convirtió en la primera compañía en tocar suelo lunar con un alunizador privado.
La despedida
El Athena no tuvo tanta suerte, aunque sí logró despedirse de su equipo. “En los últimos momentos de la misión el Athena se quedó sin energía. Pero inesperadamente, el alunizador despertó por última vez y envió una transmisión que resonaba más que en lo tecnológico. Era algo personal”, escribió Altemus. “La última transmisión de datos del Athena contenía los nombres de cada uno de los miembros del equipo de Intuitive Machines que hizo posible su misión”.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.