
La influencer japonesa Airi Sato estaba transmitiendo en vivo unos viajes en tren cuando la asesinaron. Más de 6.000 personas estaban viendo el video de Sato el 11 de marzo, y justo antes de las 10 de la mañana, hora local, la influencer gritó y su teléfono cayó al piso. Apareció un hombre en el video, que preguntó: “¿Ya estás muerta?”.
El hombre era Kenji Takano, de 42 años y seguidor de Sato. El ataque fue cerca de la estación Takadanobaba, que vincula distritos comerciales de Tokio. Sato había anunciado en su canal que viajaría en los principales sistemas ferroviarios de Tokio, y estaba transmitiendo su viaje en vivo para que lo vieran sus seguidores.
Según Takano, esa información lo llevó directo hacia ella. “Vine a Tokio después de ver un video donde informaba que iba a viajar en la línea conectora de Yamanote, el día anterior”, les dijo a los investigadores según informa The Mainichi. “Miré dónde estaría mientras veía su video en vivo por streaming”.
La policía dijo que Takano usó un cuchillo que clavó en la cabeza, cuello, y torso de Sato. Lo arrestaron en la escena y admitió que había atacado a Sato, pero dijo que no quería matarla. Esa afirmación contradice lo que aparentó decir en el streaming en vivo momentos después de haberle clavado el cuchillo en la cabeza. Sato sobrevivió al ataque, pero falleció después de llegar al hospital.
Takano le dijo a la policía que lo hizo porque ella le debía dinero. Sato trabajaba en un restaurante donde él comía usualmente. “Logré recaudar dinero con mis ahorros y préstamos, y le presté a Sato más de 2 millones de yenes (unos U$ 13.500) para vivir y otros gastos. Decidí atacarla porque ella no me devolvía el dinero”, dijo. Según The Mainichi, intentó convencer a la policía el año pasado para recuperar su dinero.
Confusión
Sato usaba el seudónimo Ai Mogami, que es además el nombre de una actriz de voz de Japón. Esto llevó a una confusión tras el ataque porque muchos informaron que la asesinada era la actriz de voz, y publicaron su fotografía en sitios informativos en línea.
Los representantes de Mogami postearon sus condolencias por el asesinato y rogaron que se dejara de publicar que su cliente era la que había muerto asesinada. “Hemos confirmado que los comentarios y mensajes en cuanto al incidente llegaron a las cuentas de redes sociales de Mogami, pero eso nada tiene que ver con lo que sucedió. Por favor, no persistan con comentarios o mensajes en redes de Mogami”.
¡Atroz y des-humanizado!
Los streamers a menudo reciben amenazas, pero es infrecuente que sufran ataques, aunque sí suceden. En noviembre del año pasado un hombre atacó a dos estudiantes en China durante una transmisión en vivo, y les cortó una mano a cada uno. También el año pasado un YouTuber surcoreano de alrededor de 50 años mató a un rival durante un streaming en vivo, en Busan. El asesino le agradeció al tribunal después de que le sentenciaran a cadena perpetua.
Tres streamers de Twitch transmitieron un viaje maratón por Los Ángeles hace unos días, cuando un hombre las amenazó con matarlas ante las cámaras, en vivo. El hombre huyó y la policía acompañó a las mujeres para salir del área. Nunca lograron encontrar al culpable.
El 2 de marzo la conocida streamer Kaitlyn “Amouranth” Siragusa tuiteó en vivo una invasión en su casa. Dijo que varios hombres ingresaron por la fuerza, le pegaron y atacaron, y exigían dinero. Dijo que huyeron cuando su esposo le disparó a uno de los atacantes. La policía de Houston sigue investigando el ataque.
En Japón, Sato transmitió por streaming el ataque por WhoWatch. El video fue grabado y ahora se ha compartido en otros lugares. Había mucha gente en la calle cuando sucedió el ataque, y la gente tomó fotos de ella mientras yacía agonizante, y las posteaban en línea.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.