Es mucho lo que se ha dicho y poco lo que se sabe sobre el robo de municiones de armas en arsenales de la Policía Nacional, atribuido a miembros de esa institución que la comercializaban de forma ilegal dentro del país y en Haití, un ilícito penal que es investigado por el Ministerio Público.
A principios de mes, la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, calificó como un hecho sin precedentes en la historia de la Policía el desmantelamiento de esa red, y prometió que “en los próximos días” las autoridades presentarían los detalles de la investigación.
La falta de información oficial acerca de ese caso ha sido suplida por múltiples conjeturas todas las cuales conducen al preocupante escenario de violencia en Haití, dado que se ha dicho que gran parte de esas municiones fueron vendidas a grupos armados que operan en ese país.
La ministra Raful señaló que no se ofrecerían mas detalles sobre esa supuesta mafia policial para no entorpecer las investigaciones, bajo control del Ministerio Publico, pero resulta necesario confirmar o desmentir si las municiones robadas han ido a parar al otro lado de la frontera, por aquello de que “quien calla, otorga”.
En otras investigaciones, quizás mas complicadas que la referida a la sustracción de municiones desde el arsenal policial, los procuradores adjuntos socializan con la prensa diligencias procesales que sirven de garantía de derechos a implicados, pero esta vez prima silencio ensordecedor.
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Medios de prensa locales divulgan la versión de que autoridades haitianas alentaron a sus pares dominicanas en torno a evidencias que involucrarían a personal de la Policía en el suministro de esas municiones sustraídas a emisarios haitianos en la frontera.
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Al respeto solo se sabe que el director de la institución del orden destituyó al oficial que fungía como encargado de Intendencia por supuesta negligencia en el desempeño de sus funciones, pero no se revelan nombres de rasos, alistados u oficiales que estarían involucrados en esa red mafiosa.
Porque se menciona que personal policial proveía a grupos vandálicos haitianos de municiones robadas en el arsenal de la institución, se requiere que el Ministerio de Interior, la Dirección de la Policía y el Ministerio Público arrojen luz sobre ese entramado criminal cuyas acciones resultan absolutamente contrarias a la posición enarbolada por el gobierno dominicano, de que las bandas terroristas que asolan a Haití deben ser desmanteladas desmanteladas.
