La huelga de cuatro días en los hospitales públicos anunciada a partir del martes próximo por el Colegio Médico Dominicano (CMD) merece, por inhumana, el rechazo de todos los sectores.
Es insensato que el presidente del gremio, Waldo Ariel Suero, optara por la suspensión de los servicios de salud en lugar de mantener el diálogo en torno al reajuste salarial que reclama para los profesionales de la salud.
El Gobierno, que propuso un aumento de un 10 % tal vez debió ser un poco más generoso, pero los gremialistas se cerraron a banda, recurriendo a su arma más efectiva: privar de los servicios de salud a la clase más necesitada.
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Los médicos saben del esfuerzo de las autoridades para mejorar los servicios de salud al no contarse con los recursos necesarios. Llamar a una huelga para presionar un reajuste salarial no solo es irracional, sino sedicioso.