Cómo una mezcla tóxica de antisemitismo, racismo y xenofobia culminó en la violencia en Amsterdam | CNN
(CNN) – La ira, el miedo y la ansiedad siguen latentes en Amsterdam.
La semana pasada, aficionados israelíes al fútbol fueron atacados en las calles, banderas palestinas fueron arrancadas de las paredes y se gritaron insultos antisemitas durante disturbios.
Aunque ahora la capital neerlandesa parece tranquila, los residentes y legisladores temen que las tensiones aún no hayan alcanzado su punto máximo.
“No se trata solo de antisemitismo, también es racismo contra los musulmanes. También es xenofobia. Estamos viendo un aumento de todos estos tipos de discriminación y racismo”, dijo a CNN el concejal Sheher Khan, líder de un partido local que busca abordar el racismo institucional y la islamofobia.
“Y ni siquiera creo, lamento decirlo, que hayamos alcanzado el punto de ebullición, porque no se han abordado las causas profundas de las tensiones”.
Khan señaló que el mayor problema subyacente para sus electores es la complicidad del Gobierno neerlandés en canalizar armas y dinero hacia la guerra de Israel en Gaza. La comunidad musulmana en los Países Bajos tiene aproximadamente un millón de personas, y muchas han expresado abiertamente su apoyo a los palestinos.
“Además, tenemos un Gobierno de extrema derecha que está decidido a culpar de los problemas sociales a las minorías, especialmente a los musulmanes”, agregó Khan.
Sin embargo, la cronología de cómo comenzaron las tensiones en Amsterdam varía según la comunidad a la que se le pregunte.
Algunos residentes argumentan que el detonante fue la semana pasada, cuando aficionados del Maccabi Tel Aviv arrancaron banderas palestinas, vandalizaron taxis y desfilaron por las calles gritando consignas racistas, como “a la m****a los árabes”, y celebrando los ataques militares israelíes en Gaza.
Lo que siguió fueron ataques violentos contra los hinchas israelíes, con varias personas heridas y cinco hospitalizadas. La alcaldesa de la ciudad informó que los alborotadores actuaron en pequeños grupos realizando ataques antisemitas tipo “golpea y corre”, buscando a aficionados del Maccabi en la ciudad.
El lunes, un tranvía en el oeste de Amsterdam fue incendiado y se lanzaron piedras a los policías. En un video que circula en redes sociales, se escucha a un pequeño grupo de alborotadores gritar insultos antisemitas. La Policía informó que había arrestado a 68 personas en total en relación con los disturbios, incluidos 10 ciudadanos israelíes.
Otros residentes de Amsterdam sostienen que las tensiones han estado gestándose durante 15 o 20 años, con el auge de la extrema derecha y el aumento del antisemitismo y la xenofobia en Europa.
“Es como un cóctel de emociones: antisemitismo, odio a los musulmanes, los ataques en Amsterdam, la guerra entre Israel y Palestina”, dijo el concejal Itay Garmy a CNN. Garmy, ciudadano neerlandés-israelí, instó a que se sea preciso al hablar sobre los hechos de la semana pasada.
“Siento que algunas personas están minimizando el antisemitismo al no mencionarlo o al decir que, debido a los fanáticos del Maccabi, la violencia estaba justificada o que solo estaba dirigida a ellos”, dijo Garmy. Añadió que el miedo es palpable entre los residentes judíos, especialmente después de publicaciones en redes sociales que hablaban de una “caza de judíos”, según un informe de la alcaldesa Femke Halsema.
Algunos residentes judíos han dejado de usar públicamente la Estrella de David o la kipá, e incluso han cambiado sus nombres en aplicaciones de taxis para evitar ser identificados como judíos.
“No obstante, siento que hay líderes, como el primer ministro de Israel (Benjamin Netanyahu), que están exagerando la situación por razones políticas internas, al igual que el líder de extrema derecha aquí, Geert Wilders”, añadió Garmy.
La alcaldesa Halsema y otras autoridades locales también han recibido críticas de comunidades musulmanas y propalestinas por no destacar las acciones racistas y amenazantes de los aficionados del Maccabi en el contexto inmediato de la violencia, y ofrecer lo que consideran una versión sesgada de los hechos.
Garmy y Khan tienen una larga historia de organizar diálogos comunitarios compartidos. Ambos dijeron a CNN que creen que la única forma de superar los prejuicios es hablar con la otra parte.
Khan añadió que siente que el Gobierno del país está tratando de “dividir y conquistar” a las comunidades neerlandesas.
El pasado noviembre, un mes después de que comenzara la guerra entre Israel y Hamas en Gaza, el populista de extrema derecha Wilders y su Partido de la Libertad (PVV, por sus siglas) obtuvieron la mayoría de los escaños en el parlamento neerlandés, lo que fue una conmoción para muchos debido a su manifiesto anti-Islam, anti-inmigración y anti-Unión Europea.
Este miércoles, Wilders solicitó un debate parlamentario sobre la violencia contra los aficionados del Maccabi, y su partido propuso la idea de revocar la ciudadanía neerlandesa a ciertas personas involucradas en los ataques.
“Es realmente muy, muy manipulador… Solo empeora todo”, dijo Jaïr Stranders, director de teatro local y miembro de la Junta de la Comunidad Judía Liberal de Amsterdam, a CNN. Stranders condenó la retórica dura de los gobiernos neerlandés e israelí.