El secuestro del coronel Ricardo Bidó, el pasado lunes en el centro carcelario del 15 de Azua, es una muestra trágica de la situación en las prisiones de la República Dominicana.
El coronel es el director del centro y fue herido y tomado de rehén y el atacante muerto, quien estaba acusado de matar a un miembro de nuestros cuerpos armados.
Es decir, que el reo Deiby Ramírez (Yembrón) tuvo acceso, armado, al jefe de seguridad del recinto carcelario.
Y quizás pensaríamos que la primera pregunta sería, cómo puede eso suceder. Sin embargo, al parecer los presos disponen de lo impensable en sus prisiones. Incluso, capacidad para atacar a las propias autoridades.
Enseñanza trágica, que ojalá nos alerte.
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