
Los pulpos son líderes de los peces pero no por amor, sino por miedo. Al estudiar la conducta durante la cacería submarina, se halló que estas criaturas utilizan el castigo corporal para mantener el orden de sus subordinados, usando sus muchos brazos para pegarles a los peces aunque éstos sean sus aliados.
Hay muchos animales que cazan formando grupos de cooperación. Aunque los pulpos por lo general se consideran solitarios, la investigación reciente revela que forman sociedades de cacería, pero no con otros pulpos sino con diferentes tipos de peces. Los biólogos marinos ahora están entendiendo más sobre la dinámica de esta relación, y encontraron que el pulpo lidera pero por medio de la violencia.
Los biólogos marinos trabajaron con Eduardo Sampaio del Centro de Ciencias Marinas y Ambientales de la Universidad de Lisboa, Portugal, durante expediciones submarinas en 2018. En esas zambullidas observaron varios grupos de cacería compuestos por pulpos y distintos tipos de peces. Los pulpos y los peces comparten la dieta de pequeños crustáceos, otros peces, y moluscos. Forman una relación mutuamente beneficiosa en la que cada tipo de animal tiene su rol en la cacería. Las dos partes sacan provecho.
Todos salen ganando
Scientists have uncovered the secrets of multispecies hunting! Octopuses & fish team up, with fish guiding the hunt and octopuses capturing hidden prey. #UniKonstanz @CBehav+@MPI_animalbehav research reveals incredible interspecies teamwork. @NatureEcoEvo https://t.co/9xafHNQsv9 pic.twitter.com/c0vPiX094C
— Universität Konstanz (@UniKonstanz) September 23, 2024
En el estudio que publicaron en Nature Ecology and Evolution, Sampaio describió los grupos de cacería formados por pulpos y peces. Los pulpos sabían dónde encontrar comida y usaban sus brazos para abrir conchas o llegar al fondo de grietas con el fin de sacar a sus presas. A su vez, los peces comían las sobras o atacaban a las pequeñas criaturas que salían de sus escondites.
Aunque la dinámica mostró que los pulpos no eran tiranos, sí se vio que son los que mandan, y que para salirse con la suya recurren a la violencia con golpes definidos por los biólogos como “un movimiento explosivo de un tentáculo dirigido hacia un socio específico en la cacería”, con lo que el pez atacado se aleja y queda en la parte externa del grupo.
En videos tomados por los biólogos se ve a un pulpo posado en el lecho marino. Cuando se acerca un mero negro identificado como parte de su equipo de cazadores, el pulpo extiende uno de sus brazos y lo golpea, enviándolo lejos.
No es nueva la descripción de los pulpos pugilistas. Un trabajo de 2021 del que también participó Sampaio documentó otros ejemplos de estas criaturas de ocho brazos en cacería colaborativa con diversas especies de peces. Se vio que los pulpos les pegaban a algunos de sus colaboradores. Aunque es imposible saber qué piensan los cefalópodos, hay dos teorías: el golpe podría ser para promover la conducta colaborativa, castigando al pez que se comporta mal, o es posible que los pulpos les peguen a los peces tan solo por enojarse o vengarse.
Los pulpos dan golpes para mantener el orden, pero ninguno de los peces exhibió conducta agresiva hacia los líderes.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas H. Aquí podrás encontrar la versión original.