(CNN) – “Hola”, dice la presentadora de noticias mientras cambia sin esfuerzo del español al inglés para ofrecer a su audiencia un resumen de las noticias más importantes del día.
Con entonación clara, aspecto elegante y expresión amable pero seria, parece la imagen misma de una presentadora de noticias. Excepto, quizás, por su nombre.
Cuando se presenta como “La Chama” —y su copresentador se anuncia como “El Pana”— el espectador recibe el primer indicio de que en este noticiario hay algo más de lo que parece. Luego añade: “Antes de continuar, por si no se han dado cuenta, queremos decirles que no somos reales”.
Bienvenidos a “Operación Retuit”, un programa de noticias basado en la inteligencia artificial (IA) y creado por un grupo de organizaciones de medios de comunicación que quieren proteger a sus periodistas de la vida real de la represión lanzada por el Gobierno de Nicolás Maduro tras las controvertidas elecciones de julio.
Mientras que en gran parte del mundo los periodistas ven el uso de la IA como una amenaza inminente para sus empleos, en Venezuela, donde mostrar tu cara en un reportaje puede llevarte a la cárcel, muchos lo ven más favorablemente, como una protección.
“En este momento, ser periodista en Venezuela es un poco como ser bombero”, explicó Carlos Eduardo Huertas, un operador de medios colombiano que coordinó el lanzamiento de “Operación Retuit”.
“Hay que asistir al incendio aunque sea peligroso. La Chama y El Pana quieren ser instrumentos para nuestros bomberos: no queremos sustituir a los periodistas, sino protegerlos”.
Al fin y al cabo, como tranquiliza El Pana en un clip, “aunque hayamos sido generados por IA, nuestro contenido es real, verificado, de alta calidad y creado por periodistas”.
Un mundo de noticias valientes
Este salto al nuevo mundo de la tecnología se debe a que, desde la controvertida reelección de Maduro —un resultado muy cuestionado por la oposición y que ha provocado un escepticismo generalizado en el extranjero—, los periodistas del país se han encontrado con que la labor informativa es cada vez más peligrosa.
Según Espacio Público, una organización venezolana que hace un seguimiento de la libertad de prensa, al menos 16 periodistas han sido detenidos en la represión gubernamental que siguió a las elecciones y a las protestas nacionales que estallaron tras ellas. Todos ellos, excepto cuatro, permanecen tras las rejas. Algunos se enfrentan a cargos que van desde terrorismo a incitación al odio, mientras que otros ni siquiera saben de qué se les acusa. A otros se les suspendió el pasaporte.
La Organización de las Naciones Unidas habla de un “clima de miedo”, mientras que muchos periodistas de Caracas empezaron a trabajar en parejas, a compartir su paradero con sus seres queridos y a memorizar los números de sus abogados por si acaso.
El Gobierno ha hecho poco para disipar el miedo; más bien lo ha fomentado. Aunque varios organismos gubernamentales no respondieron a las solicitudes de CNN para comentar sobre este artículo, Maduro se jactó recientemente de atacar a sus críticos con la “Operación Toc-Toc”, un guiño al sonido de los servicios de seguridad del Gobierno llamando a sus puertas.
Con este telón de fondo surgió la idea de “Operación Retuit”, explica ‘Roberto’, director editorial de una publicación digital de Caracas que forma parte del colectivo que la respalda.
“Empezamos a eliminar firmas, a transferir todas nuestras conversaciones a Signal (aplicación de mensajería encriptada), pero no se puede hacer mucho”, dijo Roberto, que pidió a CNN utilizar un seudónimo por temor a su seguridad. Aunque ninguno de sus periodistas ha sido detenido todavía, dos empleados abandonaron la publicación el mes pasado por miedo a lo que pudiera ocurrirles, dijo Roberto.
Entre sus otras considerables habilidades como presentadores de noticias, La Chama y El Pana sencillamente no tienen miedo.
Formato único
Las restricciones a la libertad de expresión en Venezuela no son nada nuevo: los censores del Gobierno llevan mucho tiempo controlando los programas de radio y televisión, amenazando con sacarlos del aire si expresan contenidos contrarios a Maduro, mientras que el acceso al papel está fuertemente regulado para las publicaciones impresas, y los proveedores locales de Internet ponen en la lista negra las URL de los portales de noticias no alineados con el Gobierno, como el de Roberto.
Debido a estas restricciones, la mayoría de los venezolanos obtienen sus noticias a través de las redes sociales, siendo las cadenas de WhatsApp el canal de información considerado “más útil”, según un informe publicado en marzo por Consultores21, una empresa de sondeos de opinión con sede en Caracas.
Aquí es donde entra en juego el formato de Operación Retuit, diseñado específicamente para ser compartido en las redes sociales. En lugar de centrarse en retransmisiones en directo o artículos escritos, sus avatares creados digitalmente se limitan a leer las noticias en clips que pueden publicarse en redes sociales como Instagram y Facebook, o descargarse y reenviarse por WhatsApp y otros servicios de mensajería. (Compartir los clips en X es más problemático, ya que Venezuela prohibió totalmente el uso de la aplicación cuando Maduro acusó al magnate tecnológico Elon Musk de formar parte de un complot neofascista para derrocar a su Gobierno).
Aunque esto hace más difícil controlar cuánto tráfico genera Operación Retuit, añade otra capa de seguridad porque hace que el video sea más difícil de rastrear, según Roberto.
El propio Dandy es muy consciente de esa necesidad de seguridad, explicando a CNN que “incluso las fotos de las manifestaciones tienen que ser distorsionadas porque el Gobierno puede utilizarlas para localizar a los ciudadanos que protestan por los resultados electorales”.
“Más de 1.500 personas han sido detenidas”, añade El Pana, que cita cifras publicadas por Foro Penal, una ONG de Caracas que también es una fuente de confianza de CNN.