
Cuando apenas el Congreso escoge a los miembros de la comisión bicameral que estudiará el proyecto de reforma constitucional, el presidente Luis Abinader anunció el lunes que en diez días enviará otra iniciativa para modificar el Código Laboral y anteriormente ese mismo día pidió gestionar un pacto por la educación.
Es previsible también que el mandatario anuncie en el corto plazo la discusión sobre la reforma fiscal que figura como el proyecto más relevante para contener el déficit fiscal y financiar a los sectores salud y seguridad ciudadana y obras de infraestructura que el Gobierno tiene en carpeta.
Para impulsar y aprobar esas modificaciones, el Poder Ejecutivo cuenta con mayoría absoluta en ambas cámaras legislativas y obviamente en la Asamblea Revisora en lo referido a la reforma constitucional, aunque el jefe de Estado ha prometido consultar a los diversos sectores de la sociedad.
Aun así se adelantan objeciones entre congresistas y litorales de la oposición a propuestas contenidas en el proyecto de reforma a la Carta Magna, en lo referido a la designación del procurador general de la república por el Consejo de la Magistratura y a la reducción de 190 a 137 la matrícula de diputados.
En el proyecto de modificación del Código de Trabajo se contempla la incorporación del teletrabajo, el incremento de la licencia de paternidad y la mejora del trabajo doméstico, pero no hubo consenso sobre el tema de auxilio de cesantía, cuya derogación ha sido sugerida por los gremios patronales.
Las centrales sindicales han advertido a los legisladores no tocar la figura de la cesantía, sobre la cual el presidente Abinader adelantó que no sería incluida en el proyecto que se enviará al Congreso, pero prevalece la sospecha de que otros artículos del Código Laboral no incluidos en acuerdos previos serían modificados.
Cesantía y preaviso, vigentes en el Código de Trabajo desde 1944, representan las prestaciones laborales que debe prestar el empleador al invocar decretar el desahucio del empleado, cuya derogación ha sido planteada por el sector patronal que sugiere sea sustituida por un seguro de desempleo a cargo del Gobierno.
El presidente Abinader ha prometido que su gobierno alentará el diálogo político y social como fundamento para promover consenso en torno al paquete de reformas institucionales, económicas, políticas y sociales, por lo que en ningún modo debería prevalecer el dicho aquel de que “a Dios rogando y con el mazo dando”.