Alicia G. Arribas
Madrid, 9 ago (EFE).- “¿Qué ocurriría si, de repente, nos viéramos liberados de las cadenas invisibles de las expectativas ajenas?”. Este es el dilema que plantea en su película ‘Hipnosis’ el cineasta sueco Ernst de Geer, para llegar a la conclusión de que la ausencia de filtros sociales acaba generando el caos.
No es algo que se aprecie en la película a primera vista, pero en esta pareja que se lleva súperbien -tanto que viven y trabajan juntos-, André (Herbert Nordrum), y Vera (Asta Kamma August), algo empieza a resquebrajarse cuando ella se cuestiona si debe mentir para lograr sus metas y él piensa que su comportamiento se debe a una sesión de hipnosis.
Hasta ese momento, Vera sólo ve a medias su dependencia de los convencionalismos sociales y su necesidad de asegurar pública y privadamente que sus criterios y los de André son básicamente los mismos, que no hay fisuras entre ellos.
La pareja está a punto de viajar a un evento-concurso de ‘pitch’ -presentación rápida de proyectos- de cara a lograr financiación para una app que llevan años diseñando. Va sobre salud femenina y Vera ha aceptado incluir su propia experiencia como muestra de lo útil que puede ser esta ayuda en su móvil. Solo que la anécdota que cuenta para generar confianza es mentira.
Poco antes de acudir a ese encuentro, Vera decide someterse a una sesión de hipnosis para dejar de fumar, pero su terapeuta le hace regresar a su infancia y le abre los ojos sobre el tipo de persona en que se ha convertido.
‘Quería contar una historia sobre una pareja que hace todo lo posible por encajar y lo que ocurre cuando a uno de ellos ya no le interesa eso’, explica el director en las notas de producción de la cinta, su primer largometraje, que llega hoy viernes, 9 de agosto, a las salas españolas.
Tras la sesión de hipnoterapia, Vera se atreve por primera vez a llevarle la contraria a su madre; después, llegan a la convención y Vera parece otra, le dice André. No sigue las reglas, ni dice ni hace lo que se entiende como socialmente correcto, y su novio se desespera por cubrir algunos de sus delirios, como empeñarse en que los inversores jueguen con su chihuahua invisible.
“Hay una cuestión de identidad en el centro de este filme, no sólo para André y Vera por separado, sino también como pareja. La cuestión es ¿ella no se comporta como suele, o es que André no la ve tal y como es?”, se pregunta el director.
Además del arte de fingir, la película cuestiona si es decente actuar, interpretar una historia, sólo para vender algo. “Y también está el tema del pudor y la vergüenza ajena, junto con todo el asunto de roles de género, lo que significa formar parte de un grupo y ver quién consigue destacar”, apunta De Geer.
Su idea al escribir ‘Hipnosis’ era desarrollar la idea de cómo reaccionaría alguien si una persona cercana de repente actuara de manera desinhibida, “con la idea de que esto podría sacar a relucir algunos de los aspectos más negativos de la persona que reacciona”.
De Geer, coguionista de la cinta junto a Mads Stegger, creador de la serie ‘Los visitantes’, se vale de un humor a veces incómodo para mostrar, en un escenario simple, como es seguir unos días la vida de una pareja ‘normal’, la complejidad psicológica y social de las relaciones humanas. EFE
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