El Acuerdo de Cielos Abiertos entre República Dominicana y Estados Unidos eleva el nivel y calidad de la aviación comercial del país, que no hace mucho tuvo que someterse al escrutinio de la Agencia Federal de Aviación (FAA) con riesgo de ser excluido de la categoría 1 que permite a aerolíneas nacionales acceder a aeropuertos estadounidenses.
Pendiente de revisión por parte del Tribunal Constitucional y de aprobación en el Congreso, ese acuerdo promueve turismo y comercio, estimula la creación de empleos de alta calidad y alienta la competencia comercial por vía de obligaciones recíprocas entre líneas aéreas dominicanas y estadounidenses.
El Instituto de Aeronáutica Civil (IDAC) pudo subsanar a tiempo las falencias identificadas por una misión técnica de la FAA, lo que evitó que se vedara el aterrizaje o despegue de aviones comerciales de matrícula y tripulación nacional en aeropuertos de Estados Unidos.
Superado ese percance, la aviación comercial dominicana se une a las de más de 125 países que han firmado acuerdos de Cielos Abiertos con Estados Unidos, lo que representa también una oportunidad de crecimiento del transporte de carga desde y hacia ese destino, principal socio comercial.
Las agencias oficiales deberían tener en cuenta que ese tratado contiene obligaciones recíprocas para eliminar la intervención del Gobierno en las decisiones de las aerolíneas comerciales sobre temas de rutas, capacidad, frecuencia y precios, factores que quedan signados por la libre competencia.
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Ese convenio procura “proporcionar servicios aéreos más asequibles, convenientes y eficientes a los consumidores y transportistas”, por lo que se considera que pondría fin a los abusos en que incurren aerolíneas estadounidenses con sus pésimos servicios en aeropuertos dominicanos.
Tiene razón el presidente Luis Abinader al afirmar que el acuerdo de Cielos Abiertos con Estados Unidos representa la oportunidad de expandir el espacio aéreo nacional y de sentar las bases de un sistema de aviación internacional sostenido en la igualdad, lealtad y respeto a la libre empresa.
Estados Unidos es el principal emisor de turistas y de inversión extranjera hacia República Dominicana, así como de exportaciones e importaciones, sectores que serán impactados positivamente con el referido convenio, al que también ingresará Haití.
Tras el riesgo de perder la categoría 1, de acceso pleno a aeropuertos estadounidenses, la aviación comercial dominicana volará en los cielos abiertos de esa nación. La suerte es una condición a tomarse en cuenta.
