En el caso Hezonja se han juntado el hambre y las ganas de comer: la jaula de grillos que en ocasiones parece el Barcelona y un jugador con un carácter tan especial que acaba siendo especialito. Una combinación, como se está comprobando, explosiva. Los azulgranas, buscando un golpe de efecto, han mantenido contactos con el alero durante más de cinco meses y ahora que por fin tenían un acuerdo -por cuatro temporadas y tres millones de euros netos por cada una de ellas- lo quieren romper.
Renuncian a arrebatar al Madrid uno de sus mejores jugadores, ya no desean al que iba a ser fichaje estrella para la próxima temporada, a la que consideraban pieza clave para intentar cambiar el ciclo victorioso de su máximo rival. La razón para la ruptura, las palabras de Hezonja nada más acabar la final de la Liga Endesa sobre el parqué del Palacio de los Deportes de Murcia. “Me gustaría darle al Real Madrid y a nuestra afición muchos más títulos en los próximos años. Ojalá pase”, dijo provocando un terremoto.
En el club azulgrana no daban crédito cuando las escucharon y, tras un gabinete de crisis, se decidió que no le ficharían. También ha pesado la opinión en contra de su incorporación de grupos de animación del Palau, a los que probablemente se les olvidaría todo si en el primer partido de pretemporada metiera 20 puntos.
El caso de Hezonja se ha comparado con el de Luis Figo, que dejó el Barça para irse al Madrid. Antes de hacerlo, dijo: “No estoy loco como para firmar con Florentino Pérez. La afición culé puede estar tranquila”. Al presidente madridista y a los aficionados les importaron un comino aquellas declaraciones. Le robaban al gran rival uno de sus activos más valiosos. No había que darle más vueltas. Las palabras se las lleva el viento.
Mirotic, Willy y sus “nunca jugaré en el Barça”
Nikola Mirotic y Willy Hernangómez, canteranos madridistas, que en su día aseguraron que nunca jugarían en el Barcelona sí lo acabaron haciendo. Entonces no se tuvieron en cuenta sus desprecios anteriores. Y a Kevin Punter, al que los azulgranas van a incorporar, parece que no le va a pasar factura que el verano pasado les dejara en el altar con todo casi cerrado. ¿Es más grave un plantón o las palabras de Hezonja?
Desde que MARCA adelantó este viernes el acuerdo entre el croata y el Barça, los culés han comenzado una huida hacia adelante. Primero, utilizando un vocero sin especificar para decir que “nunca se llegó a firmar nada. No hubo ningún tipo de acuerdo”. Falso. Este diario tuvo acceso al documento con la rúbrica de las dos partes, la Hezonja y la del club, con las condiciones del futuro contrato.
Y segundo, activando a toda prisa la incorporación de Punter, un jugador que llegaría para ocupar una posición que ya está cubierta con Nico Laprovittola y Darío Brizuela. O se devuelve al argentino al puesto de base o se da alguna baja o, con tal de tapar un despropósito, se está descompensando la plantilla que tendrá entre manos Joan Peñarroya.
Camino de los juzgados
Todo apunta a que la resolución del caso Hezonja será en los tribunales, siendo un juez quien decida si el documento firmado por las dos partes es vinculante o no. Si resulta serlo, el Barcelona tendría que ‘comerse’ al jugador o indemnizarle sin haber llegado a disputar un solo segundo de azulgrana. Sería un ridículo espantoso y más conociendo la situación económica del club. Si se dictamina que el acuerdo es papel mojado, que cada uno siga su camino después de un suceso surrealista. Y ya se verá dónde acaba ‘Super Mario’, porque existen serias dudas de que vuelva a vestir de blanco con la que ha liado.
Quedará como el primer jugador que consigue cabrear al mismo tiempo al Barça y al Madrid con las mismas declaraciones. A los azulgranas, porque ya contaban con él. A los blancos, porque no entienden cómo les declaró su amor mientras mantenían conversaciones sobre una posible renovación y al mismo tiempo flirteaba con el máximo rival.